Ana Hernández/SIPSE
MÉRIDA, Yuc.- Por unanimidad, Alfonso Gallardo Velázquez fue destituido como delegado del Sindicato Nacional de Investigadores del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), debido a diversas irregularidades. 

Durante la reunión privada efectuada en el INAH Yucatán se eligió a Martha Medina Uh, postura avalada por todos los presentes. 

Gallardo Velázquez estuvo como dirigente sindical local durante seis meses aproximadamente, y los motivos de la reunión extraordinaria efectuada ayer fue para ratificar su sustitución, debido a que “ya no ejercía sus funciones”.

Al exfuncionario se le consideró como "un títere" del actual delegado del INAH Yucatán, Eduardo López Calzada, protagonista de la ilegal construcción del Museo del Cacao de Chichén Itzá y la improvisada entrega de la licencia parcial de construcción de un inmueble similar en Uxmal, irregularidad que efectuó en complicidad con el arqueólogo José Huchín Herrera.

Debido a la presión ejercita por los agremiados fue que se envió un pronunciamiento oficial, documento que se elaboró junto con la actual delegada sindical y otro investigador más.

En el documento se estableció que "rechazamos esta clase de obras dentro de las zonas arqueológicas y exigimos su desmantelamiento, ya que tienen un carácter eminentemente comercial y que atentan contra los objetivos social y educativo del patrimonio cultural de la nación, y nos deslindamos de los procedimientos irregulares que se realizaron, y demandamos que situaciones como esta no vuelvan a ocurrir en el futuro".

"Debido a la polémica generalizada en torno a la construcción del Museo del Cacao dentro del polígono que protege el sitio arqueológico de Chichén Itzá, y en el caso de otro museo similar en Uxmal, ambos Patrimonio Cultural de la Humanidad, los profesores investigadores del Centro INAH Yucatán, manifestamos que se trata de un acto más que violenta la normatividad vigente que rige al Instituto", establece el documento.

Además que ambas obras "propicia la destrucción del patrimonio cultural de nuestro país".

Al mismo tiempo se establece que "por la documentación con la que se cuenta es obvio que por ambos lados, el Proyecto Choco Story y la Delegación local de la Institución, se incurrió en omisiones de tiempo y forma con la parte que correspondía a cada quién".