William Sierra/SIPSE
MÉRIDA, Yuc.- En las festividades de los muertos, siempre hay algunos vivos que sacan provecho de estos tradicionales festejos, principalmente, en los alrededores o en los mismos cementerios, muy concurridos en estos días.

Un ejército de venteros de todo tipo, desde el que ofrece helados, granizados, cocos, refrescos, fritangas, hasta aquellos en puestos más formales de flores, ya sea en docenas, ramos o en pequeños arreglos florales, instalados en sitios estratégicos en los campo santos.

En las calles aledañas, no podían faltar los cuida autos, que con su peculiar franela roja y su característica frase de “¡viene, viene, viene!, van ayudando a estacionar o dejar el espacio libre para otro vehículo.

Desde antes de las siete de la mañana, en previsión de cualquier contingencia, la Secretaría de Seguridad Pública implementó un operativo de vigilancia en todos los cementerios de la ciudad, y que hasta poco después de las 15:00 horas de ayer, había transcurrido sin novedad.

Vehículos oficiales y agentes tenían orden de retirarse hasta después de las siete de la noche hora de cierre de los cementerios, y para hoy domingo el plan es el mismo.

Y para que ninguno se quiera pasar de vivo haciendo su agosto con los muertos, personal de la Procuraduría Federal del Consumidor recorrió los cementerios para verificar los precios precios.

Las verificaciones se realizaron principalmente en los puestos de flores, donde colocaban el precio en cartelones visibles.

“Estas verificaciones también se están realizando en molinos, tortillerías y florerías de toda la ciudad “, expresó un agente de la Profeco cuando realizaba una inspección en el cementerio general.

En un recorrido por los camposantos, la imagen recurrente era gente con veladoras y flores en mano para colocar en las lápidas de sus difuntos. 

Y entre los “vivillos” que también aprovechan estos días para obtener ganancias se encontraban grupos de muchachitos, que en su mayoría no rebasan los 15 años de edad, que ofrecía servicios.

Dotados de cubetas para acarrear agua, cepillos, escobas, coas e incluso algunos hasta alambres para colocar en las cerraduras de los nichos que no tienen candados, los pequeños intentaban ganarse alguna propina.

“Desde temprano venimos y sacamos una buena lana. Si esta bueno el día hasta 300 pesos entre nosotros dos”, expresó Josué, quien estaba acompañado de Víctor.

“La otra vez un don nos dio 100 pesos por pintarle de blanco una imagen”, añadió Emanuel, quien se apuraba para ir del Cementerio General al Panteón Florido, pues ahí según me dijeron “unos cuates la gente da buenas propinas”.

Nadie les 'echa flores'

Por su lado, vendedores de flores comentaron que las ventas están bajas y recuerdan que antes la situación era distinta, pues las tradiciones van cambiando.

En ese sentido, mencionó que antiguamente se ofrecían flores como “terciopelo”, “abanico”, “virginia”, “pata de león”, pero hoy en cambio, con la invasión de chiapanecos ahora hay más “gladiolas”, “margaritas”, pompones” y “rosas”, entre otras.

De acuerdo con vigilantes de esos lugares, tanto el viernes como ayer sábado la afluencia no fue mucha, aunque se espera que hoy aumente, especialmente, por ser domingo y en el caso del cementerio general por la misa que se oficiará este mediodía, a la que acostumbra venir mucha gente.

De entre todo, el Xoclán fue donde hubo más visitantes.