Jorge Euán/Milenio Novedades
MÉRIDA, Yuc.- Con un llamado a ver la enfermedad como el camino para llegar a una relación más estrecha con Jesús, quien camina al lado del hombre cargando la Cruz, este jueves en la Arquidiócesis se celebró la Jornada Mundial del Enfermo.

Cada 11 de febrero, en la fiesta de Nuestra Señora de Lourdes, la Iglesia celebra esta jornada, respondiendo al mensaje de Papa Francisco de confiar en Jesús misericordioso y para que cada hospital sea signo visible de la paz y la enfermedad y el sufrimiento, y se contribuya a superar todo límite y toda división.

En la parroquia de Nuestra Señora de Fátima, el Arzobispo de Yucatán, Mons. Gustavo Rodríguez Vega, dijo que en la Jornada Mundial del Enfermo, que instituyó San Juan Pablo II, el 11 de febrero de cada año, la Iglesia invita a orar por los enfermos y alienta a los que están al servicio de los que sufren, siempre con la fortaleza de la Madre de Dios.

Cabe señalar que en la Iglesia de Fátima la misa por la Jornada Mundial del Enfermo tuvo el respaldo de la Pastoral de la Salud, cuyos dirigentes capacitan a las personas que atienden a las personas incapacitadas por algún padecimiento.

Asimismo, en la parroquia de Lourdes, en el marco de la fiesta patronal, se celebró la misa especial por los enfermos, los cuales recibieron el sacramento de la Unción, como signo de fortaleza espiritual para sobrellevar el dolor y el sufrimiento.

En su mensaje, el vicario de esta parroquia, Pbro. Rolando Castillo, exhortó a los fieles buscar en la tribulación la intercesión de la Madre de Dios, “porque hay momentos en que es difícil seguir sin la ayuda del Señor”.

“Nuestro querido Juan Pablo II, en los momentos más difíciles de su enfermedad tomaba fuerzas en el ejemplo de Jesús, pues decía que no se bajaría de la cruz; es por ello que en la dificultad y el dolor nuestra fe debe ser fortalecida por la Virgen María; a ella debemos dirigirnos hasta el final para alcanzar la vida eterna”, señaló. 

Al término de la homilía, los sacerdotes confirieron el sacramento de la Unción a los enfermos, quienes en todo momento dieron muestras de fe y esperanza en la misericordia de Dios, y en el acompañamiento de la Iglesia en esta etapa difícil de sus vidas.

Por la noche se celebró la misa por la festividad de la Madre de Dios en su advocación de Lourdes, y posteriormente los fieles participaron en una solemne procesión por calles cercanas al templo, que se ubica en la confluencia de las calles 65 por 38. Las actividades terminaron con una serenata dedicada a la Santísima Virgen.

Claves

• El Arzobispo de Yucatán, Mons. Gustavo Rodríguez Vega, pidió orar por los enfermos, alentando a los que están al servicio de los que sufren, siempre con la fortaleza de la Madre de Dios
• En la parroquia de Lourdes, en el marco de la fiesta patronal, se celebró la misa especial por los enfermos, los cuales recibieron el sacramento de la Unción, como signo de fortaleza espiritual