José Salazar/Milenio Novedades
MÉRIDA Yuc.-La diabetes infantil está afectando cada vez a más niños y, por consiguiente, a un mayor número de familias.

De acuerdo con especialistas, cuando un niño es diagnosticado con diabetes, los padres reciben un fuerte impacto emocional, ya que es una condición crónica que va a requerir tratamiento y cuidados para toda la vida.

En Yucatán, de acuerdo con el más reciente boletín epidemiológico de la Secretaría de Salud, hasta el 3 de noviembre se ha diagnosticado 21 personas (13 hombres y 8 mujeres) con diabetes tipo I, enfermedad que se presenta en edades tempranas.

Al respecto, Christian Lugo, gerente académico de la Federación Mexicana de Diabetes (FMD), enfatizó que el acompañamiento de los padres de un paciente con diabetes después del diagnóstico es fundamental.

“La carga emocional a la que están sometidos puede llegar a ser abrumadora y el adecuado manejo emocional del paciente y sus familiares resulta determinante en el apego y seguimiento de su tratamiento, así como en el buen control de la diabetes”, expuso.

Agregó que al momento del diagnóstico, los padres enfrentan sentimientos de confusión, se preguntan por qué su hijo tiene diabetes, qué pudo haber causado esta condición y enfrentan sentimientos de culpa.

“Se sienten decepcionados, entran en duelo y temen que su hijo no tenga un desarrollo normal y que su vida transcurra sin éxito”, indicó.

“El rol del psicólogo dentro del equipo multidisciplinario de atención es justamente acompañar, en primer lugar, al paciente en el proceso de duelo y el tránsito por todas.

El especialista informó que en este duelo, la negación se da cuando los padres se resisten a lo que está pasando, piensan que el médico se equivocó o que el laboratorio puso el nombre de su hijo erróneamente; este enojo se refleja en ira. En esta etapa los padres se preguntan ¿qué hicimos para merecer esto?