El otro día, la columna Viernes Cultural atormentó a El Transcriptor con sus revistas y publicaciones banales de famosas y demás beldades de la farándula y de la realeza.

Se detuvo en una nota de “famosos con parecidos más que razonables”, y compararon, por ejemplo, a las actrices Alicia Silverstone y Maggie Lawson, a Elijah Wood y Daniel Radcliffe, a Zoe Saldana y Thandie Newton, a Javier Bardem y Jeffrey Dean Morgan.

Asombroso el parecido, se alardeaba, engolosinada, la querida de los viernes. Mira esta otra: Eva Mendes y Ashley Graham…

¡Ah, no!, señaló perturbado y molesto el erotómano de su vida. Ninguna comparación, por favor. Tienes que ir a la Segey al programa Ver bien para aprender mejor, y que te revisen la vista.

Una, la Eva, tiene 86-60-94, y la otra, Ashley, la Reina, tiene 96-96-116.

Y aquí y en la gran China, 94 no es lo mismo que 116, y este tamaño, modelo XL, es sobresaliente, superior, grandioso.

Una está chilib y la otra, dzipona…

De nada… Saludos…