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MÉRIDA, Yucatán.- El tabaquismo produce no sólo daños a la salud de los consumidores, sino también a las personas que los rodean, a quienes se conoce como fumadores pasivos, como en el caso de los niños en gestación o en etapa de lactancia, a quienes afecta en su crecimiento y desarrollo.

Además los riesgos aumentan en gran medida cuando las madres son fumadoras, indicó Gaspar Ley Chi, coordinador auxiliar de los Servicios de Prevención y Promoción de la Salud para Trabajadores del IMSS (Sppstimss). 

A esta enfermedad causada por el consumo excesivo de tabaco se le considera un problema social y de salud pública por sus múltiples efectos nocivos, sobre todo por la cantidad de personas que mueren al año en el país y el mundo, por problemas asociados directamente al consumo de tabaco, de los cuales parte importante son fumadores pasivos.

La población fumadora y no fumadora expuesta al humo de tabaco presenta un alto riesgo de padecer cáncer, especialmente broncopulmonar, y enfermedades cardiovasculares y respiratorias.

El IMSS cuenta con servicios para ayudar a controlar y dejar definitivamente esta adicción, que van desde las recomendaciones médicas y terapéuticas; además de otras alternativas que se ofrecen en las unidades de medicina familiar para quienes quieren dejar este hábito.