Ejemplar labor de damas altruistas del DIF

Su compromiso es una labor titánica que ha encontrado un buen soporte en asociaciones civiles y dependencias municipales, estatales y federales.

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El Voluntariado del DIF, fundado en 2013, cuenta con 60 mujeres destacadas. (Milenio Novedades)
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Martha Chan/Milenio Novedades
MÉRIDA, Yuc.- En Yucatán hay un sector de la sociedad que con su labor altruista ayuda a miles de personas que a veces sólo requieren minutos para ser escuchadas, son las Damas Voluntarias de los DIF Estatal y Municipal, quienes recaudan fondos extras y organizan eventos para atender solicitudes de la población vulnerable.

Los voluntariados están integrados por mujeres exitosas de la alta sociedad yucateca, algunas esposas de funcionarios, políticos o destacados empresarios, quienes aportan su tiempo desinteresadamente en una labor que las satisface personal y espiritualmente.

Desde su formación, el 29 de junio de 2013, el Voluntariado del Sistema para el Desarrollo Integral de la Familia en Yucatán (DIF) se trazó importantes retos en pro del trabajo de la institución que representa.

A casi un año de distancia, cada meta se ha convertido en una motivación para continuar con la demandante tarea de ayudar a la población vulnerable; la agrupación, conformada por 60 mujeres destacadas
en diferentes ámbitos, debe diseñar, organizar e implementar acciones y programas tendientes a recaudar recursos para el financiamiento de esquemas de asistencia social del DIF yucateco.

Su compromiso es una labor titánica que ha encontrado un buen soporte en asociaciones civiles y dependencias municipales, estatales y federales, organismos que han sumado esfuerzos con el
voluntariado. 

Al respecto, María del Pilar Larrea Peón, integrante de ese voluntariado, señala que una de las satisfacciones resultantes de esta tarea es transformar historias personales y brindar esperanza a las personas.

Ideas convertidas en hechos esperanzadores

“Todas aportamos ideas y las ponemos en práctica, es impresionante ver cómo los esfuerzos del voluntariado
cobran forma y cambian vidas. Primero toca nuestras vidas, puesto que la satisfacción de ayudar siempre
es grata. Luego observas cómo los apoyos llegan a la población que más lo necesita y no puedes mantenerte ajena ante la mirada de los niños y los ancianos, y en general de todos aquellos quienes
requieren ayuda; el ánimo y las fuerzas no decaen para seguir adelante”, expresó

La guía de estas personas es la presidenta del Sistema DIF Yucatán, Sarita Blancarte de Zapata, y en conjunto
se capacitan y elaboran programas estratégicos, así como los esquemas anuales de trabajo, con las bases para agilizar la ayuda y prepararse ante los nuevos retos.

“Todo lo que estructuramos y los programas para difundir diversos proyectos se fortalecen con el talento del personal del DIF, que con profesionalismo aporta propuestas para cumplir los objetivos”, afirmó.

Y es que quienes trabajan también en las organizaciones civiles tienen un papel fundamental, ya que conocen de primera mano las necesidades de una gran parte de la población.

La fundadora de la asociación “Elda Peniche Larrea” comparte su sentir sobre la labor emprendida al interior de esta agrupación.

“El voluntariado es una forma de exponer lo que hacemos como sociedad civil y de ampliar la cobertura de apoyo. 
Como presidenta de una fundación dedicada a ayudar a personas con problemas auditivos, el participar con el DIF ha sido importante para generar alianzas que permitan a gente que vive en zonas marginadas acceder a valoraciones médicas y detectar enfermedades”, dijo. 

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