Ana Hernández/SIPSE
MÉRIDA, Yuc.- “El gordo”, es un tigre de bengala que no tiene buen humor, lo saben los trabajadores del parque zoológico del Centenario, pero también lo constatan las autoridades y las visitas durante un recorrido de supervisión para conocer a algunos de los ejemplares que ahí están resguardados. 

Su temperamento es completamente diferente a “Alex”, un tigre de esa especie pero de color blanco, y nada tiene que ver que este último haya sido papá hace unas semanas.

"El Gordo y “La Güera”, también Bengala, son dos de los ejemplares que hace años la Profepa le decomisó al “Circo de Quico”.

Conforme se recuperan y adaptan, los animales que son asegurados o decomisados por la autoridad son reubicados a espacios más amplios que incluso comparten con algunos congéneres de su propia especie, sin embargo, “El Gordo” es punto y parte, es muy territorial según se observó y si una persona no es de su agrado no duda en mostrar los colmillos, gruñir e incluso “abalanzarse” para establecer que él manda, es impresionante la velocidad a la que se puede mover.

Se calcula que es mayor de edad, pues cuando llegó tenía unos tres años de edad y según los cálculos de las autoridades lleva ahí unos 15 años, es uno de los ejemplares de mayor tamaño, sólo superado por Rajá, que ahora está en exhibición, dado su comportamiento agresivo, salvo para algún proceso de chequeo o reproducción no ha salido mucho de esa jaula, en la cual tiene espacio para moverse e incluso subir al techo cuando ya no quiere ver a nadie más.

A la vuelta de donde está, se encuentra “La Güera”, una hembra de esa especie, también de gran tamaño y con la misma actitud hostil, pues no dejó de gruñir al ver a la comitiva en el pasillo, el Jefe del departamento del parque zoológico del Centenario, William Cabrera Borges, comentó que la mayoría de los felinos asegurados por la Profepa que les han dado en resguardo se han aclimatado.

Sin embargo, esos dos tienen esa actitud agresiva, lo que refleja el tipo de trato que recibieron en el circo, durante el recorrido por la parte técnica y de resguardo de la zona de felinos, se comprobó que eran los dos ejemplares más agresivos de todos los felinos que están resguardados en este espacio recreativo, activaron la adrenalina de los presentes, su comportamiento fue completamente diferente al de “Sultán”, un impresionante macho de pantera negra, que incluso estuvo cerca de la reja de su jaula sin gruñir en lo más mínimo, sólo curioso de ver gente diferente.  

Dos zarpazos

En abril de 2009 “El Gordo” aprovechó un descuido de un trabajador del Centenario, que entró para dejar su comida en la jaula, y lo atacó, esto ocurrió al mediodía, el empleado no se percató que una de las compuertas no cerró bien y por eso el animal no quedó completamente aislado y se fue sobre el hombre, quien tuvo que ser auxiliado por otros compañeros, veterinarios del lugar sedaron al felino para sacar al herido de nombre Manuel Madera, y trasladarlo para su atención, fue herido de un zarpazo en el hombro. 

El segundo ataque ocurrió el 24 de abril de 2012, lo sufrió Genaro Cervera, de nuevo por un descuido, el trabajador no se fijó que no cerró la compuerta para dejar al animal fuera de la jaula que estaba atendiendo, así que el felino lo atacó por la espalda. 

Esto también ocurrió al mediodía, la zona fue asegurada y aunque se habló de que un león había escapado, esto nunca ocurrió.