Lo que el viento se llevó (5)

Radicales cambios sufrió el inmueble que hoy alberga moderno cine, desde que fue el teatro Apolo en 1915, después el cine Rívoli y el alicaído Rex.

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La fachada del teatro Apolo tenía el rostro de un formidable payaso con la boca abierta, misma que constituía el acceso a la sala. (Sergio Grosjean/SISPE)
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Sergio Grosjean/SIPSE
MÉRIDA, Yuc.- En esta ocasión andaremos por el tiempo y aterrizaremos en un sitio que, a lo largo del último siglo, albergó sonrisas, llantos y viejos “cusculinos”. Me refiero al entonces famoso y memorable teatro Apolo, ubicado en la calle 57 por 70 y 72. Fundado el 22 de septiembre de 1915, siendo que en esa suntuosa inauguración se presentó en la primera exposición a la gran compañía de zarzuelas y operetas de la prestigiada actriz Leonor Carranza y el primer actor cómico José Gil.

Con el teatro abarrotado, se ofreció en la primera tanda “El Pobre Valbuena”; en la segunda “Cambios Naturales”, siendo que en la tercera y última “La Gatita Blanca”, consolidando con ello un tremendo éxito.

Como se observa en la imagen, la fachada representaba el rostro enharinado de un formidable payaso con la boca abierta, misma que constituía el aceso a la sala, situación que simulaba tragarse a los espectadores que ingresaban. 
Algo simpático que nos narran las crónicas es que no faltaban al sitio grupos de veteranos “rabo verde” que aplaudían acaloradamente luego de concluir algún espectáculo donde mujeres “atrevidas” -para aquel entonces- lucían sus espectaculares curvas, para luego clamar con vehemencia que se repitiera la tanda.

El cine Rívoli

Alrededor de un lustro duró la época dorada de este teatro, ya que fue demolido para que el 29 de abril de 1922 se inaugurara en el mismo sitio el cine Rívoli. Narra la historia que en la función inicial de aquella memorable noche, encendieron notable número de focos para hacer lucir el salón de manera primorosa, ya que su decorado era realmente bello, y como se observa en la fotografía su exterior no es ajeno a este magnifico gusto.

La fachada del edificio poseía cinco accesos en cuya parte superior se observan dos frontones adosados y un letrero realmente luminoso para aquellos tiempos y el asta-bandera se ubicaba al centro rematando la fachada.

Entre las películas en boga de aquellos ayeres fue escogida para la función inaugural una joya de la cinematrografía muda: “La historia de una mujer”, que tenía como protagonista a la soberana del cine mudo, Pina Menicheli, de la que se dice que su actuación fue tan magnífica que por ello se convirtió este filme en una obra maestra.

Llega el Rex

 Ese bello sitio desapareció para darle lugar al cine Rex, siendo que muchos recordarán que tenía dos monumentales ventiladores que refrescaban el sitio aunque hacían bastante ruído.

Hoy, el enorme lugar se ha transformado nuevamente pues fue dividido y convertido en modernas salas cinematográficas.

Mi correo es [email protected] y twitter: @sergiogrosjean

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