El Ilustrador: El día de la Santa Cruz
La conmemoración está ligada a la fecha en que la emperatriz Elena, esposa del emperador Constantino Cloro, encontró la cruz donde murió Jesucristo.
Sergio Grosjean/SIPSE
MÉRIDA, Yuc.- Muchos sabemos que cada 3 de mayo, en Yucatán, los albañiles celebran con gran júbilo el día de la Santa Cruz, y en esta conmemoración muchos asisten a misa, y otros, una noche antes o incluso en la madrugada, preparan una cruz que manufacturan con desperdicios de la obra y la adornan con lo que encuentran a la mano. De la misma forma, la colocan en el lugar más alto de la construcción, y ya en el sitio indicado, le agregan papeles de diversos colores e incuso flores.
Ese día, sólo laboran medio día, para luego darle cabida a una celebración que apadrina el dueño o jefe de la obra, y se reparte generalmente chicharra (chicharrón) y cervezas, aunque también hay sus variantes.
Pero cuando nos preguntamos el significado de este acontecimiento y de dónde surge la tradición, el panorama cambia, pues esa celebración no sólo se limita a un simple festín para los albañiles yucatecos. Las cruces de mayo son una costumbre generalizada en los países influenciados por la antigua Corona Española, es decir, desde España hasta América Latina, e incluso Filipinas.
Este día se celebra el hallazgo de la Santa Cruz, y debido a ello, muchas calles se llenan de cruces engalanadas con flores o con adornos de diversas manufacturas y colores.
En busca de la Santa Cruz
En la tradición cristiana, esta conmemoración está ligada con la fecha en la que la emperatriz Elena, esposa de Constantino Cloro -emperador del imperio romano- tenía la ferviente esperanza de encontrar la cruz de Jesucristo. De tal forma, le solicitó a su marido que le autorizara demoler un templo que se ubicaba sobre el Monte Calvario, y una vez obtenido, movilizó a cientos de obreros, destacando entre ellos los albañiles.
Estos hombres, al encontrarse trabajando en el área en cuestión, lograron desenterrar no una, sino tres cruces, y esto se debió a que Jesús no fue sólo al Calvario, sino que lo hizo acompañado de dos reos a quienes popularmente se les ha reconocido como Dimas, quien es considerado “el buen ladrón”, y Gestas, el ladrón que nunca se arrepintió.
Pero al hallarlas, ocurrió que ninguna de estas cruces tenía marca alguna que identificara a Jesucristo, es decir, no sabían cuál era la precisa.
Entonces, se le ocurrió a la emperatriz hacer que llevaran a un difunto al que iban a sepultar, y en el acto, le pusieron la mano a cada una de ellas, y al tocar la de Jesucristo el individuo resucitó.
De allí surge esta tradición que hasta el presente está muy arraigada en Yucatán y otras zonas del país. Pero por otra parte, también muchos investigadores coinciden en relacionar la fiesta de la Santa Cruz con la llegada de las primeras lluvias y el inicio de la siembra del maíz, y en este sentido, la celebración de la Santa Cruz, aparentemente también posee un carácter agrícola, denotando una vinculación con la idea de la fertilidad y el logro de las buenas cosechas.
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