Sorprende escrito plasmado hace 111 años

'Esta pasividad escandalosa ha acarreado el estancamiento del progreso en todo lo que llamamos República Mexicana'...

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La situación no cambió, tal y como señala la portada de este medio informativo 3 años después. ¿Y qué sigue? (Sergio Grosjean/SIPSE)
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Sergio Grosjean/SIPSE
MÉRIDA, Yuc.- Hace unos días, no pude menos que sorprenderme y quedar estupefacto  al leer una nota publicada en 1905 en la que se describía el panorama político de aquel momento en México, y la razón de este asombro, es que juraría que fue escrito hace unos días, y no 111 años atrás, sobre todo luego de la decisión de los partidos políticos de rasurar la propuesta ciudadana de la Ley “3 de 3", y respaldada con 634 mil 143 ciudadanos, cuyas firmas fueron verificadas por el Instituto Nacional Electoral (INE). 

La propuesta de dicha ley pretende obligar a los funcionarios de los tres niveles de gobierno a presentar y hacer públicas sus declaraciones patrimonial, fiscal y de posible conflicto de intereses, entre otros, Sin embargo, el dictamen aprobado en comisiones unidas del Senado NO obliga a los políticos a hacer públicas sus declaraciones patrimoniales, que era lo más importante de la ley. 

Uno de los argumentos que utilizan estos “servidores públicos” para no aprobar dicho punto es que al hacer pública su información financiera pondría en riesgo su seguridad ante posibles grupos delincuenciales o secuestradores. De risa la explicación, y es cuando me pregunto: ¿a nosotros los ciudadanos quién nos protege?, pues no tenemos -como ellos- guaruras con coches blindados o guardia personal en casa.

El comunicado de una dama en 1905

Reproduzco parte de lo publicado el 30 de julio de 1905 en la revista “El Padre Clarencio” de Mérida, Yucatán, con el título: “Los gobiernos de los estados: Falta de absoluta moralidad administrativa”.

“Atraviesa nuestro país por un estado lamentable de anarquía política; el orden no existe, cada cual obra como puede o como quiere. Los partidos, aunque existan, están acéfalos. No hay quien dirija los trabajos políticos de los partidos: los que tienen el valor civil suficiente para afrontar las responsabilidades que contraen los directores del partido, son carentes de talento; los talentosos, que pudieran dirigir prudentemente la evolución política de los partidos son pusilánimes". 

"Y las pasiones, sin embargo, hierven en los pechos de los decepcionados y un aluvión de ideas encontradas y sin concordancia entre sí, se agita en los cerebros de los ciudadanos, que anhelan luchar, y que dirigen su vista a diestra y siniestra, y no encuentran por todas partes, sino ejemplos de cobardía, que sonrojan, de lacayos, que se doblan ante el poder complaciente, en humillantes genuflexiones o ejemplos de apatía repugnante, de indiferentistas que dejan que la política del país siga el camino que quiera, porque juzgan que no es posible encarrilar la situación". 

"Y esto sucede en el centro y en todos los estados casi de la confederación. Un insignificante grupo de aduladores lanza una postulación más o menos aceptable, y todos callan, y permanecen expectantes sin oponerse, sin protestar, sin señalar defectos. No parece sino que los llamados al poder son inmaculados y no tienen un solo defecto que se les combata. Así es como suben al poder nuestros prohombres, en medio de un mutismo desalentador, sin aplausos, sin protestas". 

“Esta pasividad escandalosa ha acarreado el estancamiento del progreso en todo lo que llamamos República Mexicana, y es natural, porque si los pueblos tienen el gobierno que se merecen, cuando los ciudadanos, abdicando de su ciudadanía se hacen esclavos, bien merecen capataces en vez de mandatarios. Si nos ponemos a examinar gobierno por gobierno de todos los de la nación, nos convenceremos que cada uno de los estados, -común y contadas excepciones- están pésimamente gobernados, y de este desbarajuste –relativamente, por supuesto- tienen en su mayoría, la culpa los gobernados.”

“Este escandaloso estado de inmoralidad administrativa como todo mal, tiene su remedio, y es bien sencillo: cuando todos los ciudadanos de la República, sacudiendo su apatía y desaliento concurran en masa a las urnas electorales y ejerciten sus derechos, cuando haya menos pusilanimidad entre los intelectuales que pueden, sin trastornar el orden y la paz, encausar multitudes; cuando los partidos se reorganicen, habrá libertades, entre ellas la de elegir, y los gobernantes que asciendan al poder no serán designados por ningún poderoso, sino por el voto público”. 

Firma: Guadalupe Rojo, viuda de Alvarado.

Finalmente, desde hace semanas continúo haciéndome la misma pregunta ¿Será que tiene razón nuestro amigo Osvaldo Novelo al decir que en México no pasa nada pues todos los políticos son agua del mismo río? 

Mi correo es [email protected] y twitter @sergiogrosjean

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