El malecón estuvo muy animado... las ventas no tanto

La llegada de turismo a la playa fue muy buena; los comerciantes no lo vieron así porque los visitantes no llegaron a gastar dinero.

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Los visitantes disfrutaron del buen tiempo que hizo ayer en Progreso. (Manuel Pool/SIPSE)
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Manuel Pool/SIPSE
PROGRESO, Yuc.- Buen ambiente se vivió en el malecón progreseño, pero pocas ventas reportaron artesanos, en el marco de la visita del crucero Carnival Elation a Progreso, el cual, a las 7:30 horas, atracó en la terminal portuaria procedente de Nueva Orleans.

La jornada turística fue un tanto baja, pero hay que tomar en cuenta que este lunes llegó el barco "chico", (trajo dos mil 673 pasajeros, que en su mayoría adquirieron tours). Los progreseños esperan que el miércoles se compense la situación con la llegada del Triumph, dijo la directora de Recaudación Fiscal Mercados y Turismo, Ana Cecilia Meza Rodríguez, quien comentó que el domingo fueron más de 120 mil las personas que visitaron el puerto.

El buen tiempo que imperó ayer hizo albergar esperanzas a los prestadores de servicios de que la jornada de crucero sería una de las mejores, en lo económico, pero pocos tuvieron el gusto de que, al finalizar sus actividades, dijeran estar contentos por los resultados obtenidos.

Tal fue el caso de los oferentes de artesanías, que vieron pasar las horas mientras los visitantes entraban a cuenta gotas al local, que estuvo desolado la mayor parte de la jornada. 

"Quién sabe qué tenemos que hacer para que vengan a visitarnos", dijo don Leonardo, un veterano vendedor de sombreros que, a pesar de estar al paso, no había vendido más que tres piezas hasta poco antes del mediodía.

En los restaurantes ubicados en la calle 80, la situación no fue muy diferente, ya que apenas unas cinco mesas, en tres establecimientos, eran las ocupadas, inclusive, algunas por residentes canadienses que departían animadamente con uno de los dueños de estos establecimientos.

Visitantes prefieren el malecón 

En el malecón la situación pintaba diferente, ya que numerosos visitantes, tanto extranjeros como nacionales y locales, mitigaban el calor con un baño de mar, mientras que a lo largo de la zona numerosas personas se relajaban mientras se bronceaban la piel, en lo que vendedores ambulantes les ofrecían diversos productos, como artesanías y hasta cestos de mimbre.

Las mesas de los restaurantes en zona de playa registraron regular afluencia, no así las que se arriendan con sombrilla, que estaban prácticamente desocupadas.

Las masajistas de la playa prácticamente laboraron a medias, mientras que las personas que ofrecen paseos en la banana recorrían la zona buscando clientes.  

También hacía lo propio un grupo de vendedores de enormes sombrillas que, al parecer, no contaba con los permisos necesarios por lo que fueron retirados por inspectores de la Dirección de Recaudación Fiscal, Mercados y Turismo de Progreso.

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