El 'país' de los mayas, una tierra donde el tiempo es circular

La realidad de Yucatán, desde la vigencia de la discriminación y el racismo hasta los éxitos en seguridad pública.

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Casa de las 7 muñecas, en Dzibilchaltún. (Milenio)
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José González Méndez/Milenio
MÉRIDA, Yucatán.- Para la física cuántica el tiempo es elástico; para los mayas era circular. En la cosmovisión maya, sin embargo, todo lo que ocurrió tendrá inevitablemente que repetirse.

Esta es la razón de que los mayas no pensaran en términos de pasado, presente y futuro, porque su tiempo obedecía a ciclos. El más amplio concluyó el 21 de diciembre del año pasado, fecha que marcó el fin de la “cuenta larga” de 5 mil 125 años en su calendario.

Ese día debió acabar el mundo, pero el reloj de esta civilización prehispánica ignoró la histeria global, se puso en ceros y comenzó el registro de un nuevo ciclo largo. Lo más significativo de esa fecha fue que el presidente Enrique Peña Nieto y el gobernador de Yucatán, Rolando Zapata Bello, inauguraron el Gran Museo del Mundo Maya, donde en estos días se celebra el festival internacional de esta cultura (Ficmaya).

 “Los mayas pueden platicar con sus almas, con los que no están y con los que van a venir"

A la entrada de ese recinto hay cuatro jóvenes de sonrisas amables. Una es María Minelia Yah Interián y es maya. Creció en Maní, 70 kilómetros al sur de Mérida, donde trabajó en el campo y atendió el comercio de su abuelo. Es ingeniera industrial, pero hoy funge de guía en el museo. Su trabajo es dar la bienvenida en su lengua materna.

Su mayor preocupación es que los niños mayas crezcan sin hablar su lengua o que la repudien: “La globalización también se vive entre los mayas, es algo inevitable: los jóvenes tienen que salir de sus pueblos por cuestiones de trabajo y se enfrentan a un mundo donde solo se habla español”.

En este cambio de paradigma, la discriminación juega un papel pernicioso. Muchos visitantes, sobre todo estudiantes jóvenes, ríen o hacen gestos cuando María Minelia habla en maya. Por situaciones como esta, dice la joven, muchas personas han dejado de hablar el idioma: no quieren ser blanco de burlas. Muchos padres inculcan a sus hijos el español para “protegerlos”.

¿De qué? ¿De su propia lengua?

'La cultura maya se mueve en lo sobrenatural'

Sin la naturaleza no existirían los mayas, porque la naturaleza lo explica todo. Para los miembros de esta cultura es natural que los pájaros traigan mensajes, que las hormigas avisen de la lluvia o que determinadas flores anuncien la llegada del Hanal Pixán, la celebración para alimentar a las ánimas (Día de Muertos).

También su mitología es rica. En la montaña, la pradera o la selva habitan seres fantásticos que duermen de día, a veces con los ojos abiertos; algunos poseen alas y otros, como los balames, vuelan sin tenerlas. Hay gigantes, como el kakasbal, cúmulo de perversidades, o los aluxes, duendes o elfos mayas que protegen las milpas.

“La cultura maya se mueve en lo sobrenatural”, dice Jorge Esma Bazán, presidente del Ficmaya. “Los mayas pueden platicar con sus almas, con los que no están y con los que van a venir. Aquí las cosas desaparecen y los pájaros hablan. Lo cuentas y no lo cree nadie, porque todo acontece en el marco de la magia.”

—¿Es un mundo rulfiano?

—Sí, es rulfiano por la interacción entre la vida y la muerte, pero lo sobrepasan, porque la literatura de Rulfo es ficción, pero para los mayas es su forma de vivir.

Más vigentes que nunca

¿Donde están los mayas? ¿Adónde se fueron? Fuera de México la pregunta es común y recurrente; dentro, es casi molesta. No existe una explicación única, sino un conjunto de teorías: epidemias, sequías, sismos, huracanes. Lo que está documentado es que esta civilización surgió 500 años antes de nuestra era y llegó a su fin en 1451, pero tuvo su periodo de esplendor entre 700 y 900.

Cuando se le pregunta a Esma Bazán sobre dónde están los mayas, dice: “¡Aquí están, y están más vigentes que nunca! Los mayas son una cultura viva por su lengua, su tradición, su herencia y su memoria histórica. Otra cosa son los mayas ancestrales, que compitieron en su momento con chinos, egipcios y griegos.”

A metros de su oficina, María Minelia sigue con su sonrisa amable.

La dificultad de ser maya hoy

La calzada principal de la zona arqueológica de Dzibilchaltún mide 20 metros de ancho por 400 de largo. El trayecto es coronado por la Casa de las Siete Muñecas, llamada así porque allí fueron encontradas siete figuras de unos 10 centímetros, colocadas como ofrenda para pedir tiempos mejores.

La guía para esta visita es Guadalupe Ek Moo, licenciada en Gestión de Proyectos Culturales y descendiente de mayas. Al igual que María Minelia, esta joven habla también del rechazo a su cultura: “En la escuela, donde todos hablan español, a veces te dicen ‘india’; por eso mucha gente prefiere no hablar maya con sus hijos para evitarles ese rechazo.”

—¿Es difícil ser maya hoy?

—Es complicado. Me gusta mi cultura y me apego mucho, pero también soy católica. Estoy en un dilema: creo en Jesucristo, pero también en la cultura maya, que tiene un dios supremo y todopoderoso: Hunab Ku.

—¿No es un conflicto para ti?

Muchas personas han dejado de hablar maya, porque no quieren ser blanco de burlas

—A veces, pero acepto las dos ideas.

En el extremo opuesto de la calzada está el cenote de Xlacah, un grupo de periodistas del DF nos detenemos un momento y Guadalupe comparte expresiones curiosas de la lengua maya.

—¿Cómo se dice te quiero? —pregunta un reportero.

—In yaabilmech.

In: yo; Yaaj: dolor; Bil: querer; mech: a ti. Traducción: “Yo te quiero con dolor”.

“Así es el verdadero amor, el amor profundo, porque aunque te hagan sentir mal, tú siempre querrás a esa persona. Quien quiere, sufre: lo da todo, aunque no reciba lo mismo.”

Y eso, es cierto, lo encierra todo.

'En el fondo somos chismosos'

Yucatán es de los estados menos violentos del país. Apenas en julio pasado, el Sistema Nacional de Seguridad Pública reveló lo siguiente: cero robo a bancos, cero robo a negocios y transporte público con violencia, cero homicidios con arma de fuego (solo dos con arma blanca) y 29 secuestros.

El Sistema Nacional de Seguridad Pública reveló: cero robo a bancos, cero robo a negocios y transporte público con violencia, entre otros

El gobernador asegura que la clave de su estrategia fue fortalecer los cuerpos policiacos, incentivar la participación ciudadana y poner en marcha el Centro Estatal para la Prevención del Delito.

Los taxistas que llevan a los reporteros juran que en Mérida la gente sí cree en la policía, porque las denuncias son atendidas y resueltas. El año pasado un vecino descubrió que en la casa de una zona popular entraban y salían vehículos de lujo. Denunció; la policía realizó una investigación, detuvo a una banda de secuestradores y liberó a las víctimas.

“En Mérida tenemos pocas salidas por carretera y casi todos nos conocemos, por eso es fácil darnos cuenta de cosas extrañas”, dice un taxista. Cuando los reporteros del DF comen con colegas yucatecos en Xcanatún, uno de estos resume: “En el fondo somos chismosos”.

Los anfitriones recuerdan que el pasado 30 de septiembre un objeto incandescente cayó en Ichmul, municipio de Chikindzonot, en el sur de Mérida. El material hallado era basura espacial, pero por varios días los vecinos no pudieron quitarse de la cabeza la idea de un meteorito.

A pocos kilómetros de ahí cayó, hace 65 millones de años, un meteorito de verdad que extinguió a los dinosaurios. En tierras mayas es difícil no creer que el tiempo es circular.

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