En relación con la Casa de las Tortugas, en su informe de 31 de agosto de 1945, José Erosa Peniche señala que las labores de restauración en enfocaron en el costado norte y se entiende que la temporada anterior se había realizado la exploración de este sector, por lo que se centró en la intervención del muro norte reponiendo todas las piedras labradas en el exterior de la cámara en tanto que el interior se revistió en parte con piedra labrada y en parte con mampostería rejoneada, ya que la piedra labrada estaba escasa. Este detalle llama la atención, hace ya muchos años cuando visite la Casa de las Tortugas atrajo mi atención el detalle que se menciona, la mampostería rejoneada.

Estos dos sectores miden cerca de 2 m por lado, de forma más o menos cuadrada y dispuestos a los costados de la entrada y en el interior del cuarto norte.

Me preguntaba que habría pasado en este sector, ¿será que debió ir una decoración y por no encontrar los elementos originales se dejó nucleado?

La falta de piedras y el fin de la temporada interrumpió el proceso de trabajo que quedó pendiente para siempre. Nunca pensé que por la escasez de piedras labradas dejaron esas pantallas en el muro interior del edificio. Si a mí me generó una serie de preguntas este detalle, puedo imaginar las interrogantes que los visitantes se hacen cuando visitan una zona arqueológica.

Hoy despejamos esta duda después de consultar los archivos de Monumentos Prehispánicos del INAH, donde se guardan todos los informes de los trabajos arqueológicos realizado en el país. 

También hay que considerar y respetar cada trabajo realizado en su época y dimensionarlo; hoy llegamos a Uxmal en 45 minutos, en 1945 no había las mismas facilidades y menos para conseguir los materiales para la restauración.

Continuando con el reporte, se describe que se integraron las jambas de la única entrada que se encuentra en el costado norte del edificio, pero también se señala que el dintel de esta entrada no fue posible reponerlo porque no se encontró cemento en la región.

Este edificio lleva el nombre de Templo o Casa de las Tortugas por las esculturas en forma de quelonios que aparecen en el friso y sobre la faja de la cornisa superior.

Este templo se encuentra en un nivel inferior del Palacio del Gobernador. Lo conforma una serie de siete cuartos, dos en el extremo oriente, dos en el extremo poniente y tres centrales dispuestos en el eje norte sur.

Es uno de los edificios más bellos de Uxmal, pero guardada proporción con el Palacio del Gobernador y el Cuadrángulo de las Monjas. La belleza de este edificio la expresan sus líneas sencillas; la notable calidad de su construcción se manifiesta en la técnica, en cada uno de sus detalles decorativos como las molduras, las columnillas, las tortugas, la proporción del muro en relación con el friso y las dimensiones del edificio, la selección de las piedras de recubrimiento y el labrado de las mismas que en conjunto expresan la maestría de los edificadores.

El Templo de las Tortugas es la máxima expresión de la arquitectura clásica de la región Puuc.