Tomó el riesgo y ahora es un emprendedor exitoso

Hernán Patrón Ancona, fundador de dos empresas relacionadas con el ramo de la construcción, detalla cómo le hizo para llegar lejos.

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Hernán Patrón Ancona, fundador de dos empresas relacionadas con el ramo de la construcción, es un joven empresario exitoso. (Luis Pérez/SIPSE)
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SIPSE.com
MÉRIDA, Yuc.- “La clave está en tomar el riesgo”, expresó Hernán Patrón Ancona, fundador de dos empresas relacionadas con el ramo de la construcción, y quien desde el primer semestre de la carrera de Mercadotecnia en la Universidad Marista decidió pasar de empleado a ser su propio jefe, con todos los retos que implicaba.  

Actualmente es el nominado Endeavor más joven para alcanzar la categoría de Emprendedor de Alto Impacto, la cual reconoce a los exponentes de empresas con potencial de crecimiento nacional e internacional, que pueden sostener un crecimiento 20 por ciento anual en utilidades y personal.

Hernán es presidente de la Comisión de Jóvenes Empresarios de Coparmex y fue seleccionado en 2013 y 2014 para ser parte de la delegación mexicana en la Cumbre Mundial del G-20.

Hace ocho años, cuando tenía 21, le surgió el deseo de crecer, aprender y ser empresario, así inició su camino y fundó Kimikolor (fabricación y distribución de productos para concreto y construcción) y posteriormente ConstruFinish (comercialización de artículos especializados en el ramo de la construcción y para mantenimiento).

¿Cómo surgió tu proyecto?

En 2007 trabajaba con mi hermana, comercializábamos aditivos para construcción y detectamos una oportunidad para, en vez de traerlos de otros lugares, fabricarlos y ahorrar costos. La idea nació con ella y otro familiar, pero mi hermana le surgió una oportunidad laboral fuera, y comencé a liderar el proyecto desde cero; apenas tenía una revolvedora y una licuadora, con la que se mezclaba todo. Estábamos instalados en un predio pequeño de Xcanatún y luego fue creciendo hasta lo que es ahora. 

¿Cómo resolviste el tema del capital para iniciar?

Con dinero propio hicimos una inversión inicial de 12 mil pesos, para adquirir equipo. Desde chico me ha gustado la industria de la transformación, mi abuelo fue emprendedor, un ingeniero que tuvo empresas en la materia, así que traía de familia el interés. Iniciamos de manera empírica, pero de inmediato me informé sobre el tema para lograr las mejores mezclas y calidad del producto, porque aplicamos a proyectos de la iniciativa privada y pública.

¿Qué retos enfrentaste en el proceso de emprendimiento?

Toda la parte de la tramitología afortunadamente no la empecé solo; desde el primer semestre de mi carrera estaba trabajando en mi empresa, me integré a la Comisión de Jóvenes Empresarios de la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex) y ellos me asesoraron; aprendí de los que tenían experiencia. 

En ese tiempo combinaba mis estudios con la empresa, tuve que aprender a organizarse y hasta hacer negociaciones con los clientes vía celular, escondido debajo del mesabanco del salón para no faltar. Emprender no es fácil, al inicio cualquier lugar era oficina, hasta sentado con una cubeta con mi computadora, además de estar atento de las entregas, la cobranza, la administración y hasta la fabricación. 

Con los consejos de los empresarios que conocí en Coparmex pude aprender mucho y tener claro que desde el principio hay que hacer las cosas bien, formalizar el negocios, pagar impuestos, porque si se quiere crecer se debe cimentar la empresa en el marco legal.

Al iniciar a los 21 años en sector de la construcción, ¿Enfrentaste algún problema por tu juventud?
Unas de los problemas que enfrentamos como empresa nueva fue la confianza en el trabajo, pero cuando comenzaron a comprarnos, los clientes confirmaron nuestra calidad y trato, porque nosotros no los vemos como objetivo de venta, sino como aliados, ya que no nos dedicamos a la instalación, sino a la venta de los productos y al asesoramiento técnico de los mismos. 

En un principio hasta sacrificamos el margen de ganancia con tal de que probaran y se dieran cuenta de la calidad y la seriedad de nuestro trabajo. 

¿Qué observaste de tu competencia y cuál crees que es el valor agregado de tu empresa?

Observamos que la calidad de la materia prima que se usaba en otros negocios no era buena; allí identificamos una oportunidad, porque decidimos trabajar con las mejores marcas para dar garantía, aun cuando para nosotros signifique un precio mayor, pero es algo que el cliente valora. Otro aspecto que cuidamos es siempre dar la cara para responder si hay que resolver un problema, y hasta si no es en nuestra materia, le recomendamos a otro profesional. Además de una capacidad de respuesta importante, tenemos una amplia gama de productos.

También apostamos al crecimiento profesional del personal y al trabajo en equipo.

¿Cómo fue tu historia dentro de la Comisión de Jóvenes Empresarios de la Coparmex?
Inicié como un estudiante que quería conocer más sobre el ecosistema emprendedor, fui involucrándome y participé en la vicepresidencia en el área de vinculación y enlace con el gobierno, hasta que el año pasado me propusieron a la presidencia. 

Dentro de este grupo tuve la oportunidad de ir a Rusia en 2013 y a Australia en 2014 a la Cumbre del G-20. De esta manera comparto la experiencia con otros jóvenes y he aprendido la filosofía del crecimiento personal, por encima del tema del dinero.

¿Cuáles son los siguientes pasos para tus empresas?

Estamos en un proceso de expansión, consolidando nuevas líneas de comercialización para atacar otros mercados; además estamos innovando con productos. También fortalecemos los procesos y controles para que el crecimiento sea más ordenado.

¿Qué Consejos podrías compartir con los emprendedores?

Que tomen el riesgo, no esperen a que les caiga un financiamiento, pero es importante que desarrollen su plan de negocios; hagan su proyecto y salgan a venderlo, porque si esperan a que quede el producto perfecto, sino comenzar a probarlo en el mercado. 

Hay que tomar el riesgo. Vida solo hay una, y si no toman la decisión y experimentan el fracaso, nunca aprenderán si su proyecto es bueno o es malo. El fracaso siempre nos da un enseñanza para que los errores no se repitan.

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