Cecilia Ricárdez/SIPSE
MÉRIDA, Yuc.- Luis Eduardo García Camors y Rodrigo Alberto Bates Rosado, de diferentes carreras, pero con el común denominador del deseo de crear una empresa con impacto social, fundaron Áamba (ayuda mutua en maya), una plataforma digital a través de la cual organizaciones y particulares pueden donar en especie a la asociación sin fines de lucro.

Con ello ofrecen, mediante una operación transparente, garantías para que el donador tenga la certeza que su aportación llegó a las manos correctas.

Luis, quien es ingeniero en Sistemas Computacionales, y Rodrigo, licenciado en Administración de Empresas, integraron a Stephanie Quiñones licenciada en Diseño para crear las bases de esta organización. 

En entrevista, Luis Eduardo señaló que el proyecto está en expansión nacional e internacional, recientemente abrieron una oficina en Lima, Perú, tras ser seleccionado al Torneo Latinoamericano de startups Silicon Wasi, en la que representaron a México junto con cuatro empresas más durante el encuentro celebrado en ese país sudamericano.

¿Por qué hacer una plataforma con este enfoque?
Surgió porque queríamos hacer un proyecto altruista, pero sin depender del gobierno, y por eso creamos la plataforma que permitiera fondear el proyecto, en lugar de donar en efectivo.

Propusimos donar en especie, es más fácil y confiable para la gente, ya que lo que ellos compran se destinan a donde deciden y reciben los registros correspondientes que garantiza la entrega.

¿Cómo garantizar la transparencia?
Creamos un producto, canastas de víveres con productos básicos, las cuales son derivadas de alianzas estratégicas con proveedores, tanto de los artículos como con el servicio de mensajería para llegar a cualquier parte del país. 

Los donadores pagan a través de la plataforma Paypal en línea, depósito o transferencia en el banco. 

Cuando compran la canasta nosotros la armamos, la empaquetamos y las enviamos, cuando cubren el monto, le entregamos comprobantes, le notificamos la entrega a la institución.

Por su parte la casa hogar o asociación que recibe el apoyo manda una carta institucional agradeciendo la donación, así como un documento para que el donador pueda deducir impuestos, por eso todas las organizaciones que apoyamos deben estar registradas ante la Secretaría de Hacienda. 

¿Cuál es su ventaja competitiva?
No hay ninguna con este modelo de negocio que desarrollamos, casi todas están con el esquema de “crowfounding” (reúnen fondos entre todos los usuarios para un objetivo concreto). 

¿En qué punto se encuentran en el marco legal?
Nos convertiremos en una asociación abierta a inversión, porque emitiremos una factura a quien compra, ya que hacemos la venta, el vínculo y la entrega a la casa hogar. 

Estamos en proceso de registro de marca, logo y modelo de negocio. Queremos lograr ser una SAPI (Sociedades anónimas promotoras de inversión).

¿Cómo fue su proceso de financiamiento de su proyecto?
Todo es capital propio, no hemos tenido inversión financiera, eso nos ha limitado en algunos aspectos, pero trabajamos para promover la conciencia de la donación transparente para que se sumen más personas.

¿Cómo se sostiene el proyecto?
El costo de la canasta incluye empaque, logística, transporte para toda la República e incluye una comisión del cinco por ciento para las empresas para los gastos de operación, pero necesitamos inversiones para hacer crecer el personal y mejorar el funcionamiento de la plataforma.

¿A qué instituciones apoyan en la actualidad?
En estos momentos está activa la campaña de la asociación “Manos que protegen”, que apoya a niños con cáncer de Chetumal, Quintana Roo, y en Yucatán. 

En anteriores ediciones se colaboró con el Ejército de Salvación y la Casa Hogar Mérida.

En los próximos días sacaremos y mantendremos activa la campaña para que organizaciones sin fines de lucro como casas hogar en Mérida puedan ser beneficiadas de las compras y donaciones que los usuarios realicen en la plataforma. 

De esta manera, la ciudad tendrá un canal tecnológico permanente donde las organizaciones puedan recibir la canasta de alimentos básicos. 

La idea es hacer campañas, porque esas instituciones requieren de este tipo productos no sólo por un periodo, sino todo el año.

¿Cómo va su proceso de expansión?
Este año abarcaremos toda la República Mexicana y nos posicionaremos en Lima, Perú, ya tenemos oficina, nos falta trasladarnos para trabajar en casas hogares y ONG’s.

Allí nos instalamos como parte del premio obtenido en el Silicon Wasi Start Up Lima Perú, un concurso en el que junto con otras cuatro empresas representamos a México y como seleccionados ganamos una beca para una Maestría en Negocios Internacionales en la Escuela de Negocios ESDEN de la Ciudad de México (tiene presencia en México, Perú, Colombia y España), y un despacho en Perú. 

También establecemos relaciones para entrar a Colombia. 

¿Qué reconocimientos ha obtenido su proyecto innovador?
Fuimos uno de los 200 seleccionados para participar en la World Inovation Expo, realizada en junio de 2013 en la Ciudad de México, encuentro que convocó ocho mil proyectos de Canadá, Estados Unidos y Latinoamérica. 

También entre más de dos mil proyectos, el equipo de Áamba fue seleccionado entre los 100 mejores a nivel nacional para formar parte de la primera generación de proyecto Posible México 2013, programa que busca promover la cultura del emprendimiento con alto impacto social. Y el más reciente fue el de Perú.