Sin carne combaten obesidad y diabetes en Yucatán

A tres años de haber iniciado su proyecto, Alhely Fallah y Franchesca Caffagni quieren colocar sus productos en todo México.

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Alhely Fallah Aguilar (foto), nutrióloga, y su compañera Franchesca Caffagni Rosado, graduada en empresa, dan forma a la empresa de los productos Crudo & Vegano. (José Acosta/SIPSE)
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Cecilia Ricardez/Milenio Novedades
MÉRIDA, Yuc.- Con el sueño de aportar para que Yucatán no esté en los primeros lugares de obesidad y diabetes, Alhely Fallah Aguilar y Franchesca Caffagni Rosado fundaron la empresa de los productos Crudo & Vegano, garantizando calidad y apego a las normas internacionales para poder distribuir propuestas para quienes ya no tienen en la carne su principal fuente de proteína.

Desde su creación buscaron que el negocio se alineara a los principios de las empresas socialmente responsables, al cumplir satisfactoriamente con estándares en temas como “calidad de vida en la empresa”, “ética empresarial”, “vinculación de la empresa con la comunidad” y “cuidado y preservación del medio ambiente”.

A tres años de haber iniciado el proyecto, ya cuentan con una comunidad virtual de más de 10 mil seguidores  en diferentes plataformas digitales, en las que promueven hábitos saludables, consejos y recetas para quienes deseen integrarse al estilo de vida vegano.

Alhely mejor conocida por Lylo de Crudo y Vegano, entre sus conocidos y en redes sociales, es nutrióloga con especialidad de nutrición vegana en Austin Texas y nutrición macrobiótica en Nueva York, y junto a Franchesca, graduada de administración de empresas, han logrado una mancuerna exitosa para su empresa y el cuidado de la salud de sus clientes.

Actualmente han cubierto con puntos de ventas el sureste del país y envían a todo el territorio. El objetivo es eventualmente colocar sus productos en ecotiendas de todo México.

¿En qué momento decides que tu profesión y la corriente vegana era una oportunidad de negocio en Yucatán?

Nació por una necesidad junto con mi socia Franchesca Caffagni Rosado hace cuatro años, cuando íbamos a las discos nos dimos cuenta que no había muchas opciones para comer saliendo de allí, más para los que estábamos introduciéndonos a la corriente del vegetarianismo, entonces creamos unas barritas crudas, altas en proteínas, carbohidratos, grasas buenas, como un snack (botana) que te daba energía luego de trasnocharse, eran barritas de Hemp, una planta canadiense alta en proteína.

Aunque se vendía, llegó un punto que nos preguntamos por qué no aprovechar la riqueza de México y Yucatán, además la filosofía vegana promueve el consumo de los productos locales y hechos artesanalmente. 

De allí decidimos crear una línea de productos de materia prima local, comenzamos con sal de mal con lo mínimo de procesado y super Green (super verdes) porque en una cucharada puede aportar el 60 por ciento de lo que te dan las frutas y verduras, es una mezcla de planta en presentación en polvo, es nuestro orgullo nosotros lo desarrollamos y las mutisemillas, una harina para hacer panes, para sustituir harinas refinadas  y sin nutrientes. 

Luego se agregaron más productos, actualmente tenemos 10 productos, en su mayoría certificados por USDA Organic y otros en proceso.  Tenemos dos presentaciones: una grande y togo (para llevar) en bolsas pequeñas.

¿Cómo resolvieron la parte del dinero para iniciar su negocio?

Franchesca y yo teníamos nuestros ahorros, invertimos en las barritas, para reducir costos nosotros las preparábamos y las vendíamos en los mercaditos ecológicos. Luego de vender de poco en poco, sacamos un capital, pero también tuvimos que vender nuestros coches, empeñamos cosas, todo para obtener más recursos e invertir en lo que venía, porque ya empezábamos con los productos y lo hicimos con la esperanza de que todo saliera bien y afortunadamente nos va muy bien. Sólo vendemos en ecotiendas.

Al principio no cobrábamos, invertimos mucho en marketing, imagen y ahora ya podemos tener utilidades y nuestro sueldo.

¿Cómo fue su entrada al mercado?

Honestamente, fue difícil, el mercado yucateco es muy especial, cuando se casa con una marca o un sabor, no es sencillo que cambie de parecer. Para ir abriendo camino íbamos de tienda en tienda, dando pruebas y pidiendo que le dieran una oportunidad a nuestro producto y hacíamos eventos. Así poco a poco fuimos entrando y ya vendemos en todo el sureste en ecotiendas  y enviamos a toda la República. 

¿Cuál consideras que es el valor agregado de su marca?

Tenemos el sueño de ayudar al mundo y aportar a que haya menos obesidad y diabetes en Yucatán. Trabajamos bajo la filosofía  vegana de respeto a la vida, rescatamos animales, plantamos árboles y además difundimos la importancia de cuidar  la salud a través de nuestras redes sociales compartiendo muchas recetas y que no precisamente llevan nuestros productos. Instagram: CrudoyVegan0, Twitter:CrudoyVegan0, Facebook: /crudoyvegano, Tumblr: CrudoyVegano y Pinterest: Crudo&Vegano. En este espacio también se encuentran los datos de las socias para seguirlas en sus cuentas en medios sociales.

¿Cómo se asesoraron para desarrollar su modelo de negocios?

Yo soy nutrióloga y Francesca es administradora de empresas, así que nos complementamos, además contamos con asesores que nos apoyan en cuestiones más específicas como las fiscales y hasta registros de marca, certificaciones. Ahora mientras logramos tener nuestra planta, actualmente adquirimos la materia prima, la mandamos a Monterrey para tratarla y regresa a Mérida para que se empaquete y se distribuya.

¿El factor joven cómo influyó en sus inicios?

Como nuevas en el negocio, muchos proveedores nos estafaron, enviábamos el dinero y no cumplían con el encargo, o nos mandaban producto podrido.  Fue difícil encontrar proveedores serios y certificados, porque necesitamos cumplir con las normas para poder vender productos de calidad y eso es lo más importante para nosotros. 

¿Cuáles son las lecciones más importantes que han aprendido en estos años?

Que las ventas por más que sean pequeñas valen y cuando crecen las ventas, no hay que perder el piso, hay que ser humildes, hasta con la competencia, porque también están emprendiendo.

En cuanto a dinero hemos aprendido que hay que ser cuidadoso, saldar con los proveedores, si no tienes el capital mejor no te comprometas, especialmente cuando no tienes garantías.

¿Qué consejos compartirías para los emprendedores como ustedes?

Paciencia y mucho esfuerzo, entender que emprender es un trabajo y actitud de 24 horas. 

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