Jaime Tetzpa/SIPSE
MÉRIDA, Yucatán.- El sector empresarial está de acuerdo con la iniciativa de ofrecer a los trabajadores bonos de puntualidad y vales de despensa para incrementar la competitividad de las empresas, siempre y cuando sean deducibles de impuestos al cien por ciento.

De lo contrario se convierten en costo y dejan fuera del mercado a muchas empresas, subrayó el presidente del Consejo Coordinador Empresarial, Mario Can Marín. 

En relación con la propuesta planteada por el secretario del Trabajo y Previsión Social del Estado, Enrique Castillo Ruz, en el marco de la tercera sesión ordinaria del Comité Estatal de Productividad, donde propuso el plan de incentivos para los trabajadores, el representante del sector industrial dijo que ningún empresario se niega a pagarle más a sus trabajadores, ya que son el capital más importante. 

Reiteró que la motivación con este tipo de incentivos favorece a los volúmenes de producción, acentuando así la importancia de esta forma de compensación. Sin embargo, al no ser deducibles, pueden encarecer el producto en detrimento del empresario.

Explicó que otro mecanismo es buscar que en Yucatán las empresas se especialicen más, a través de la tecnificación para fomentar la mano de obra profesionalizada, lo que representaría salarios mejor remunerados.

Por otra parte, recordó que el salario mínimo es un indicador, y está de acuerdo con que los sueldos se determinen con base en la productividad y las condiciones de apoyo del Gobierno, reduciendo la carga fiscal.

“A la larga, el pago de esos impuestos le generan un costo a las empresas, lo cual encarece el producto y hace que la empresa pierda competitividad en el mercado”, comentó. 

Precisó que los incentivos adicionales al salario base son positivos, pero habría que ver cuáles son deducibles con base en la nueva reforma fiscal, ya que se deben cubrir una serie de requisitos. 

“Es interesante analizar los puntos que se mencionaron en la sesión ordinaria del Comité Estatal de Productividad, pero también debemos estudiar el impacto que tengan en la competitividad y en el aspecto fiscal, porque si no es deducible representará una erogación de dinero en efectivo y en consecuencia la pérdida de liquidez”, dijo.

Software

La necesidad de conocer el manejo del inventario en negocios como ferreterías, tlapalerías, tiendas de abarrotes, refaccionarias y zapaterías, entre otros giros comerciales, genera gran demanda en los programas de software para ese rubro, por lo que se creó una aplicación que permita a las Pymes resolver sus problemas administrativos, informó Marisol Cimá Kanul.  

La joven emprendedora señaló que el producto permite llevar el control de los inventarios y saber qué productos son los que más venden o cuáles les hacen falta. 

Explicó que su mercado está integrado por el pequeño comercio, que ya cuenta con un “stock” de productos que tienen mayor desplazamiento y de alguna manera complican al propietario saber detenidamente cuál es la existencia.