Martha Chan/SIPSE
MÉRIDA, Yuc.- El año pasado, el Parque Zoológico del Centenario recibió al menos ocho animales decomisados por la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) y la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), lo que genera un gasto extra al Ayuntamiento de Mérida sobre lo que invierte en sus más de 1,000 animales de 92 especies, distribuidos en sus tres zoológicos.

De acuerdo con el subdirector de Servicios Generales del Ayuntamiento de Mérida, Luis Jorge Montalvo Duarte, por más de 12 años el Ayuntamiento de Mérida ha brindado alojamiento, alimentación y servicio veterinario a 49 animales confiscados.

Explicó que algunos de esos animales se han apareado, de manera que la cría ya pasa a formar parte de la población del Centenario, es decir, propiedad de la Comuna meridana.

Manifestó que en noviembre del año pasado llegaron al Centenario los últimos animales en custodia, y se trata de dos ejemplares de felinos: un tigre blanco y un jaguar que provinieron del estado de Quintana Roo.

"El tigre blanco es bastante joven, solo tiene 10 meses y el jaguar melánico (negro) es una hembra adulto", manifestó el funcionario municipal.

La lista de esos animales custodiados a lo largo de los años son: dos dromedarios, una llama, un puma, ocho cardenales, seis dominicos, tres azulejos, seis patos, siete monos araña, diez tigres, un mapache, una pitón, una boa, un jaguar y un hipopótamo.

En el caso de los tigres, el hipopótamo y los dromedarios fueron confiscados a circos que llegaron a la capital yucateca.

Esas especies carecían de documentación para su manejo con fines de espectáculos, por lo que a pesar de los años aún están abiertos los expedientes de su proceso legal, de acuerdo con las leyes de la Profepa. Sin embargo, en el caso de los circenses prácticamente se olvidaron de que existen.

Servicios Públicos Municipales (SPM), a cargo de los zoológicos de Mérida, Centenario, Animaya y Mulsay, invierte al año unos cinco y medio millones de pesos en la alimentación y medicamentos de sus animales, pero la cantidad aumenta ya que hay que mantener al área donde están los decomisados.

Sin embargo, esa “adopción” también ha tenido “frutos”, pues entre los tigres, el hipopótamo y las aves se han reproducido y han ido poblando los zoológicos de la capital yucateca.

Todos esos animales tienen un procedimiento legal y solo algunos están en exhibición, es decir los de mayor peso y tamaño, el resto está resguardado en sitios especiales.

Los tigres fueron decomiso del circo de Quico, los dromedarios de un circo que se presentaba en Dzidzantún, y el jaguar del circo Atayde.