William Sierra/Milenio Novedades
MÉRIDA, Yuc.- Debido a como se han dado las condiciones climatológicas, al tener uno de los inviernos más calurosos y secos con  aproximadamente seis meses de sequía, esta temporada de incendios podría ser más intensa de los normal, con la consiguiente afectación al campo yucateco.

De acuerdo con estadísticas del Servicio Meteorológico Nacional, este enero has sido el más caluroso de los últimos 25 años, al registrarse una temperatura promedio en el Estado de 24.2 grados Celsius.

El enero más cálido de la historia ocurrió en 1991, cuando fue de 24.6 grados; asimismo en 1972 se presentaron 24.4 grados, y en 1990, con 24.3 grados de temperatura media, destaca el sitio Meteorología Yucatán.

Estos valores máximos ocasionaron que se rompieran récords de calor extremo en el puerto de Progreso y se empató el récord en el municipio de Peto.

Las estadísticas del Servicio Meteorológico Nacional también indican que tuvimos el enero más seco en los últimos 11 años, con 17.8 mm en promedio en todo el Estado.

El último enero, que fue más seco sucedió en 2005, con apenas 3 mm en promedio.

Con estas condiciones, de calor extremo y poca lluvia, además de que se arrastra una sequía moderada desde agosto de 2016, el panorama para la próxima temporada de incendios no es nada halagador, pues la vegetación se encuentra mucho más seca.

También, de acuerdo con datos de la Conagua, en lo que va de febrero en el Estado ha llovido apenas 1.3 mm en promedio de los 31.6 mm del índice histórico, lo que representa apenas un cuatro por ciento del total, volumen extremadamente bajo. Esta condición vendría a empeorar aún más el panorama, ya que al parecer se está confirmando el pronóstico de un trimestre con menos lluvia de lo normal.