Jorge Moreno/SIPSE
MÉRIDA, Yuc.- Continúan los reportes de “cosas extrañas” que ocurren en la cancha de Usos Múltiples del municipio de Acanceh, pues tanto la gente que pasa por ahí e incluso los policías han escuchado voces como de “niños” e incluso les han aventado piedras.

De acuerdo con su reporte, varios de ellos han escuchado pasos, visto sombras y les han aventado cosas en esa cancha, la cual fue construida hace poco más de dos años y se ubica a la salida de Acanceh camino a la comisaría de Petectunich.

Un policía -que prefirió guardar el anonimato- comentó que hace dos meses le reportaron unas personas que pasaban en un triciclo en esa parte que les habían aventado piedras, pero al acercarse vieron que no había nadie.

“Ya nos acostumbramos a este tipo de reportes, pasan con frecuencia; a lo mejor se trata de esos aluxes, al principio me daba miedo, pero mis compañeros dicen que no nos harán daño si nosotros no nos metemos con ellos”, explicó.

Cabe mencionar que estas situaciones han ocurrido desde que se empezó a construir, ya que policías de esa población a los que pude entrevistar hace poco más de dos años afirmaron que durante el tiempo en que se estuvo edificando (cuatro meses), en ocasiones los mandaban a cuidar el material y hacer rondines, y de pronto les ocurrían esas cosas extrañas.

“Estamos acostumbrados a no sugestionarnos, por eso digo que es real lo que nos pasaba, nos aventaban piedritas, incluso pensábamos que habían vándalos o ladrones guardados pero nada, escuchábamos que nos pisteaban y, de hecho, uno de los albañiles nos dijo que llegó a ver a al menos dos aluxes ahí, ya que notó la sombra de dos pequeños seres corriendo cerca de donde esté el arillo de la cancha de basquet”, comentó. 

Luego de las entrevistas, acudí al sitio para hacer una inspección ocular y me percaté que la cancha está prácticamente en el monte, ya que no hay casas u otras construcciones con la cual colinde. 

Hace unos años, un ingeniero me platicaba que principalmente en los pueblos y comisarías, cuando les tocaba construir y se tenía que hacer en monte, hacían ceremonias para “pedir permiso” a los dueños del lugar y que no carguen “mal aire”.

“Nuestros patrones no lo creen; de hecho, ni yo lo creía hasta que me tocó vivirlo en carne propia fue que descubrí que todo eso es real, que el monte tiene dueño y es necesario hacer ceremonias, no se puede llegar así nada más por que sí a un sitio para construir algo”, me comentó.

No sabemos si en el caso de Acanceh se realizó alguna ceremonia a través de un Hmen o un sacerdote maya en el sitio en donde está construida la cancha; sin embargo, ahí están los reportes de los policías.