Jorge Moreno/ SIPSE
MÉRIDA, Yucatán.- Hace poco más de diez años realicé una investigación en Umán sobre una foto que se había tomado en una casa, pero con la sorpresa de que en el televisor se reflejó de forma nítida una niña 'fantasma'.

De hecho, hace un par de años publiqué el caso en esta sección y ahora la novedad es que se ha vuelto “viral” en programas de televisión de España e Inglaterra, pues gracias al internet y a Sipse.com, esta investigación se replicó en todo el mundo.

Y es que en la red resulta difícil saber que tan reales son este tipo de fotos, debido a que no tenemos acceso al original y menos a los testigos, además de que circulan cientos de imágenes trucadas sin detalles del caso, fechas o nombres.

El caso

En enero de 2005 fui a una casa de la ciudad de Umán, para que una familia me mostrara la foto que fue tomada dos años atrás a la hija menor, con la extrañeza de que en la parte de atrás aparecía claramente la silueta y rostro de una niña plasmada en la pantalla de un televisor apagado. En el lugar no se encontraba nadie más que ellos. 

La imagen era clara y definida, se veía un rostro y hasta el color del vestido, el cual era azul y tenía una especie de cinturón o listón amarillo. 

Luego de entrevistar a la familia, dimos a conocer este caso en la revista "Misterios", al igual que la foto.

Posteriormente mandé la foto a una empresa de la Ciudad de México especializada en imágenes y video (Films de México S.A. de C.V.) para que me dieran su opinión profesional; sus conclusiones fueron contundentes: la televisión estaba apagada, la imagen no fue trucada digitalmente y, por si fuera poco, era imposible que se tratara del reflejo de alguna persona que estuviera de frente al televisor.

Yo había hecho algunas pruebas en esa casa y no había forma de que se plasmara alguien en el aparato. Así comprobé que la familia no mentía y que captaron a un fantasma. 

El siguiente paso sería identificar a esa niña, pero ellos me dijeron que no tenían algún familiar con esas características que hubiera fallecido; los vecinos tampoco sabían nada, así que por el momento el caso quedó inconcluso.

Tuvieron que transcurrir siete meses para que me enterara que antes de que esa familia se pasara a vivir a la casa, ésta fue habitada por otra familia con una hija de ocho años, la cual falleció por leucemia.

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Tres años después (2008) conocí a sus papás; insólitamente fueron ellos los encargados de contactarme, pero no por la foto (ellos no tenían idea de que los nuevos inquilinos habían tomado una imagen en donde aparecía la difunta), sino porque en su nueva casa -en el fraccionamiento Vergel de la ciudad de Mérida- habían estado viendo con frecuencia la silueta de su hija, con un semblante muy triste e incluso la habían escuchado gritar y llorar.

Cuando descubrí que ellos habían vivido en el mismo fraccionamiento de Umán, lo relacioné con la foto mencionada, y fue así como de forma sorprendente e inesperada descubrí que las apariciones en esa casa de Vergel y la imagen tomada en Umán años antes, correspondían a la misma niña, a Sofía Peraza Huchim, quien luego de unos años más, sin algún motivo aparente, dejó de manifestarse ante sus papás.

Los papás todavía conservan una copia de la foto que tomó la familia de Umán, en un altar junto a una imagen de Sofi en vida, unas veladoras, unas galletas Emperador de chocolate (sus favoritas) y una muñeca.