Jorge Moreno/Milenio Novedades
MÉRIDA, Yuc.- Un caso extraño ocurrió hace poco más de dos años en el Palacio Municipal de Kanasín, en donde un rostro se plasmó ni más ni menos que en la huella digital de David Israel Can Pech, quien en ese entonces se desempeñaba como agente de la Policía local.

Can Pech explicó que ese día acudió al Palacio para tramitar su cartilla en el departamento de Protección Civil.

“Al momento de tomarme las huellas notamos que en una de ellas había algo raro y, efectivamente era un rostro, al parecer similar al de Cristo por la forma en que estaba”, dijo.

Al analizar la fotografía que le tomaron a la huella, notamos en primera instancia que es original –no está modificada ni trucada- y que el rostro que aparece es de una persona joven, con los ojos cerrados, con la cabeza ligeramente inclinada hacia abajo y con un gesto de dolor o tristeza, tal y como pintan a Cristo cuando está en la cruz. Y sin pecar de exagerados, lo que se alcanza a ver arriba de su cabello pudiera asemejar a una corona de espinas.

Cuando nos llegan este tipo de fotos (apariciones de la virgen, santos, etc.) hay que ser prudentes y tomarlo de una forma positiva, y sin caer en el fanatismo. Si esto es una señal divina o sólo una casualidad ya es criterio y opinión personal de cada quien.

¿Salto de tiempo?

Pero esto no es lo único asombroso que le ha ocurrido a David Israel, ya que me platicó que el 1 de noviembre pasado de 2013, estaba de servicio en la colonia Melchor Ocampo, aproximadamente las 11 de la noche empezó a jugar con su teléfono celular cuando mucho unos diez minutos, y de pronto cuando se dio cuenta ya era la 1:30 de la madrugada, es decir habían transcurrido dos horas y media.

Incluso asegura que normalmente la caseta la cierran a la una, y por más que le busca una explicación lógica a esto no la encuentra, pues está seguro que sólo unos cuantos minutos estuvo distraído con su teléfono celular y no durante más de dos horas. 

Existe un raro y poco frecuente fenómeno conocido como “salto en el tiempo”, en el cual de pronto pueden pasar varias horas y sólo sentir que fueron 5 minutos; un caso muy sonado ocurrió hace casi 10 años en el sur de estado, cuando un chofer de camión estaba por entrar a la ciudad de Ticul de pronto sintió un leve desmayo y al abrir los ojos ya estaba en Tzucacab (ubicado a más de una hora y media de ahí).

Al ver su reloj se dio cuenta que sólo habían transcurrido 10 minutos; nunca le encontró explicación a esto, pero lo más probable es que haya sido un “salto en el tiempo”, ya que para el reloj podríamos pensar que se le echó a perder, pero es imposible que pudiera viajar dormitando e inconsciente más 50 kilómetros, sobre todo que a fuerza tenía que entrar en al menos 5 poblados.

Por lo tanto, lo que le ocurrió al policía de Kanasin pudo tratarse de lo mismo, pero como estaba en la caseta y no en movimiento, por eso no apareció en otro lado.