Jorge Moreno/SIPSE
MÉRIDA, Yuc.- Si usted llama por teléfono al número de emergencias de la Secretaría de Seguridad Pública (SSP) para reportar que hay un fantasma en su casa, muy posiblemente no tomen en serio su llamada, pero ¿qué pasa si justo cuando vez algo en tu domicilio está pasando una patrulla en la puerta?

Algo parecido ocurrió en pleno Centro de la ciudad de Mérida, en un negocio que se ubica sobre la calle 58, pero cuyo nombre omitiremos por no tener autorización de los dueños.

Todo inició en el mes de julio del año pasado, cuando dos empleados de esa tienda fueron enviados a la bodega a buscar mercancía, y vieron un fantasma, al cual describieron como “un ser del tamaño de una persona adulta, pero con el rostro completamente blanco, sin facciones, como si no tuviera rostro”.

“Salimos de ahí gritando, incluso mi compañera cerró la puerta de la bodega, y cuando le dijimos al encargado que había alguien abajo, salió corriendo del susto, pues pensó que se trataba de un intruso o un ladrón. Lo bueno es que en ese momento  pasaba una patrulla de Policía en la calle y (el encargado) los llamó a gritos.

“Los policías pensaron que estaban robando o había algún disturbio, por lo que se estacionaron y entraron. Todo fue muy rápido, cuando nos dimos cuenta ya estaban subiendo las escaleras, pero mi compañero y yo no dijimos que en realidad se trataba de un fantasma.

“A los pocos minutos ellos salieron y nos preguntaron qué ocurría porque no había nadie ahí abajo; además, la bodega no tenía alguna ventana por donde pudiera entrar o salir alguien, así que la única forma de escapar era por la puerta principal.

“La verdad me dio mucha pena decirlo, pero les comenté que vimos un fantasma y se los describí. No habíamos terminado de decirlo cuando se dieron la media vuelta y se fueron, hasta el encargado nos regañó, pues él también había pensado que se trataba de un ladrón.

“Hasta por poco y perdemos nuestro trabajo cuando le pasaron el reporte al dueño, pero la verdad, tanto mi compañera como yo estamos seguros de lo que vimos y no fueron mentiras. Por fortuna, en los siguientes meses ya no volvimos a ver nada extraño. De hecho, yo solo tardé cuatro meses más trabajando ahí y me salí por otros motivos.

“Creo que los policías se habrán molestado, pero a lo mejor eso se debe a que ellos no creen en los fantasmas, o bien, les tienen prohibido cubrir ese tipo de reportes, pero puedo jurar por mis hijos que no fueron inventos ni una alucinación, pues mi compañera lo vio al mismo tiempo que yo.

“A lo mejor se trata de un alma en pena que está atrapada ahí, pues luego de esa experiencia escuché que otros empleados que ya habían estado en esa sucursal también habían reportado una presencia fantasmal”, finalizó.

Cabe mencionar que en el Centro de la ciudad de Mérida he cubierto varios casos de apariciones fantasmales ya sea en casas particulares, o bien, en negocios; tengo entendido que sólo en muy contadas ocasiones la Policía cubre reportes paranormales.

Uno de los casos más sonados en donde la Policía fue testigo de lo que acontecía fue en un exrestaurante de comida rápida en la calle 59, en donde policías de la Municipal acudieron a ver el reporte de un fantasma en el área de la cocina, que resultó ser el alma en pena de una persona de edad que falleció ahí hace varias décadas, cuando el sitio era una casa particular.

Ese caso tuve oportunidad de investigarlo directamente y hace poco más de un año lo presenté en esta sección.

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