Jorge Moreno/Milenio Novedades
MÉRIDA, Yuc.- Hoy les presento un caso ocurrido en el cementerio de Umán, municipio conurbado a Mérida, y que de hecho es uno de los camposantos más grandes de todo el estado. 

Cuando fue construido, se encontraba a las afueras del entonces pueblo de Umán, pero con el paso de los años y el crecimiento de este municipio (nombrado ciudad hace 20 años), quedó prácticamente rodeado de casas y fraccionamientos nuevos en sus cuatro puntos cardinales.

Cabe destacar que entre 2003 y 2006 recibí varios reportes de personas que no se conocían entre sí, pero que coincidían en sus testimonios, ya que veían a una joven parada junto a un árbol que está en la entrada principal del cementerio y ésta de pronto desaparecía; también escuchaban llantos (de una mujer) pero no lograban ver a nadie.

Tuvieron que pasar un par de años más para que en el 2008 encontrara las piezas que me faltaban en el rompecabezas que significó esta investigación, pues todo esto ocurría debido a que la joven se había suicidado a los 15 días de que falleció su prometido, esto en los años ochentas.

De hecho todo fue un drama en esa familia, ya que el novio murió dos días antes de la boda en un accidente en la carretera y su cuerpo fue encontrado el día en que se iba a celebrar la ceremonia religiosa, tras lo cual Ana entró en una crisis que la hizo casi “vivir” en el panteón en los siguientes días. 

Despedida

De esa forma, el 28 de septiembre del 2010 (efeméride del suicidio de Ana), acompañado de más de 300 testigos y curiosos, realicé un “ritual de despedida” con el objetivo de que el alma en pena de Ana descansara en paz.

Afortunadamente tras 45 minutos finalicé el ritual de forma exitosa y Ana cruzó el umbral. La prueba está en que en las siguientes semanas y meses los reportes de los vecinos con relación a los llantos que escuchaban o la silueta que veían junto al árbol cesaron por completo. (Este caso se los presenté con todo detalle en febrero pasado aquí en la sección “Enigmas”).

Cabe destacar que atrás del cementerio se ubica una cancha de baloncesto, de hecho las gradas colindan con el muro del cementerio y más de una persona ha mencionado que de pronto escuchan ruidos en el interior del camposanto o han visto siluetas que pasan entre los pasillos:

“En una ocasión estaba en la parte más alta de las gradas y tuve una sensación extraña como si alguien me estuviera viendo, no fue sugestión porque frecuentemente iba a sentarme ahí tras jugar una cascarita o bien solo a cotorrear con los cuates, pero esa vez yo estaba solo y al voltear a ver me di cuenta de una silueta cuyos pies no tocaban el piso, levitaba, si que me dio mucho miedo”, dijo.

La mujer loba

Otro caso relacionado con este sitio fue cuando estaba de moda el caso de la “mujer loba” (en el 2004), pues decían que ahí se resguardó en un par de ocasiones y hasta organizaron una “batida” para tratar de atraparla.

Por su parte la señora Mariela Paredes, vecina del panteón, señala que cuando era joven, muchos vecinos reportaban ver el alma en pena de un niño de unos siete u ocho años que murió atropellado y que fue enterrado en ese cementerio:

“Por varios años decían que veían correr a este niño en el interior del panteón, hasta pensaban que se había quedado encerrado en la noche, pero cuando iban a revisar ya no había nadie por ningún lado; una vez un señor dijo que vio claramente cómo se metía dentro de una tumba, como si la atravesara”, finalizó.