Casos de brujería en el futbol yucateco

En 1990, enterraron en el Cementerio una foto de Mayas de Yucatán.

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La bruja Zulema hizo una limpia al Cruz Azul, como parte de un ritual de brujería, práctica de la que el futbol soccer no está exenta: en 1990, Mayas de Yucatán "sufrió" en carne propia un conjuro. (Internet)
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Jorge Moreno/SIPSE
MÉRIDA, Yuc.- El futbol soccer no está exento de brujería, práctica que, desde hace siglos, se usa para vengarse de otras personas o incluso sólo por envidia.

En Argentina, un grupo de hinchas del equipo Independiente de Avellaneda enterró siete gatos muertos en el arco que da hacia la tribuna popular del estadio del Racing Club.

El club venía de ser campeón en 1966 del torneo argentino, y campeón de la Copa Libertadores y Copa Intercontinental de 1967. Después del entierro, nunca volvió a tener logros destacados. Por ello, los hinchas albicelestes atribuyeron a este acto de sus enemigos como responsable de las desgracias.

Con el tiempo desenterraron seis gatos, pero no pasaba nada. Incluso el equipo se fue al descenso en la década de 1980. Hasta que por fin en 1998 se removió el terreno completo para sacar los restos del último felino. Luego de ello, hubo una misa y una serie de ritos que, según la leyenda, funcionaron para que el equipo volviera a ser campeón en 2001.

En 1974, la selección de Haití clasificó por primera vez a un Mundial. Se cuenta que en la delegación haitiana había un brujo que, previo al partido ante Polonia, “trabajó” en una de las porterías. Sin embargo, no hubo “ayuda”, pues los europeos golearon 7-0, porque el brujo se equivocó de arco.

Los propietarios de Mayas de Yucatán terminaron por vender el equipo

Thomas N’Kono no sólo es un recordado exarquero de Camerún, sino también es un practicante de la magia negra. Como preparador de porteros de la selección de su país fue arrestado minutos antes del partido por las semifinales de la Copa Africana de Naciones 2002 ante Malí por practicar magia negra dentro del campo de juego.

Dos años antes, en los cuartos de final de la Copa Africana, Senegal derrotaba 1-0 a Nigeria. En pleno segundo tiempo, un miembro de la Federación Nigeriana se acercó al arco senegalés y arrancó un objeto de brujería que estaba enterrado ahí. El desenlace fue una feroz pelea entre los jugadores y la suspensión temporal del partido. Y en la reanudación, las “águilas” dieron vuelta el partido para ganar 2-1.

Uno de los casos actuales más sonados es el del Cruz Azul, uno de los llamados equipos grandes de México que ha cumplido en 2017 veinte años sin ser campeón.

Se afirma que en 1997, tras el último título de liga que consiguió, el portero rival, del León, Angel David Comizzo, acudió con un hechicero de magia negra para hacer un fuerte conjuro para que nunca más la máquina celeste volviera a ganar un título.

Hace unas semanas, la bruja Zulema acudió a las instalaciones de este equipo a petición de varios aficionados para hacer un ritual de limpia; sin embargo, aclaró: para romper la maldición hay que entrar a las instalaciones del club.

En 1990, el equipo yucateco de Segunda División “B” Mayas de Yucatán fue embrujado con magia negra; se supo tras una terrible racha que le hizo perder diez juegos de forma consecutiva en la liguilla por el no descenso.

A final de cuentas, el equipo descendió y a los pocos meses se dio a conocer que fue encontrada, enterrada en el Cementerio General, una foto del equipo, con varias cosas a su alrededor, y un conjuro escrito en un papel en donde se maldecía al club y a los propietarios: los hermanos Jorge, Alfredo y Mario Aguilar y Aguilar.

Ellos nunca hicieron algo contra o limpia, y a final de cuentas el equipo nunca más volvió a ser protagonista y los dueños optaron por venderlo.

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