Muñecas que sirven de 'hogar' a espíritus malignos

Este emblemático y tenebroso sitio de la delegación Xochimilco atrae el interés de todo el mundo por las historias que guarda.

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La isla de las muñecas embrujadas, en los canales de Xochimilco, guarda piezas con décadas de antigüedad. (dondeir.com)
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Jorge Moreno/SIPSE
MÉRIDA, Yuc.- Además de los cementerios tradicionales, también los hay de mascotas (en Mérida hay uno) y coloquialmente a los corralones se les llama “cementerios de autos”, pero, ¿sabía usted que existe un cementerio de muñecas embrujadas?

La semana pasada tuve la oportunidad de viajar a la Ciudad de México, a invitación del programa de radio “La Mano Peluda”, y durante mi estancia pude hacer varias investigaciones paranormales, una de ellas en la famosa “isla de la muñecas embrujadas” en Xochimilco.

Tras un recorrido de poco más de dos horas en trajinera por los angostos canales de esa delegación capitalina, llegué a ese sitio. Ahí se han hecho reportajes no solo de programas de televisión, radio y prensa de todo el país, sino también de decenas de medios de comunicación de todos los continentes, y es que la historia de este sitio es fascinante y única.

El lugar tiene un aspecto espeluznante por sí sólo, ya que casi tres mil muñecas rodean toda la propiedad, colgadas en los árboles, tendederos, paredes, plantas y en todo sitio disponible. Algunas de estas tienen cinco décadas de antigüedad y es notorio que el tiempo ha pasado por encima de ellas.

La historia cuenta que don Julián, dueño de la propiedad (falleció en 2005) coleccionó por sus últimos 25 años de vida muñecas que recogía de la basura y las que le donaban los habitantes de la zona de Xochimilco. Eran muñecas que ya no usaban las hijas de los propietarios, y al saber que don Julián las coleccionaba, en vez de tirarlas a la basura se las entregaban y decían que se las llevaba a su “cementerio de muñecas”.

Por ese motivo se notan más espeluznantes las muñecas, por la apariencia física (rotas, sucias, etc) y por el hecho de estar en una remota isla a dos horas de distancia de la “civilización”, a donde el único acceso de entrada o salida son las rústicas trajineras sin motor que se impulsan tan sólo con el esfuerzo físico de los “fleteros”.

Contenedoras de espíritus

Durante mi recorrido, pude hablar con el actual propietario de la isla (sobrino de don Julián, a quien consideraba su segundo padre ya que lo crió desde niño) y me contó la verdadera historia de este sitio embrujado, la cual en muchas cosas dista de lo que se cuenta en internet.

Lo que si es un hecho, es que su tío coleccionaba las muñecas porque sentía que en la isla habían espíritus malignos y las muñecas de cierta forma los “contenían”, de ahí su obsesión por juntar la mayor cantidad posible de ellas.

Luego de escuchar atentamente la explicación, realicé un recorrido de poco más de dos horas por todo el sitio para conocer, fotografiar y grabar video de todas y cada una de las muñecas, varias de las cuales tienen historias por demás macabras.

Desde que decidí hacer el reportaje en este “cementerio de muñecas embrujadas”, se me ocurrió hacer algo nuevo, algo que nunca antes se hubiera realizado en los 40 años que tiene de historia ese sitio. El sobrino de don Julián y propietario de las muñecas se sorprendió ante mi propuesta pero aceptó y confirmó que eso nunca antes se había hecho.

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