A una década del 'alien' que 'chamaqueó' a Maussan en Mérida

El 'extraterrestre' grabado detrás de un poste generó un escándalo nacional luego de que los autores del video 'chamaquearan' a Maussán.

|
La calle del fraccionamiento Del Parque, donde se apareció el 'alien'. (Jorge Moreno/SIPSE)
Compartir noticia en twitter
Compartir noticia en facebook
Compartir noticia por whatsapp
Compartir noticia por Telegram
Compartir noticia en twitter
Compartir noticia en facebook
Compartir noticia por whatsapp
Compartir noticia por Telegram

Jorge Moreno/SIPSE
MÉRIDA, Yuc.- Hoy se cumple una década de un caso fraudulento ocurrido en Mérida y que dio mucho de qué hablar incluso a nivel internacional. Me refiero al video del “alienígena del fraccionamiento Del Parque”, caso que fue un sonado escándalo en la credibilidad de un “conocido investigador de ovnis”.

Nos referimos a la célebre broma que montaron unos alumnos de informática que estudiaban en la escuela de la CTM de Mérida, que un 17 de marzo como hoy pero de 2005, a eso de las dos de la madrugada, mientras jugaban una “cascarita” de futbol, uno de ellos va por el balón que está detrás de un poste de luz y de pronto grita: “Algo me tocó”, asomándose detrás del mismo un brazo y un rostro que resultó ser una máscara.

Lo curioso del caso es que cuando me enteré de este asunto (el video empezó a circular de celular en celular y lo titulaban los autores “el fantasma del fracc. Del Parque) entrevisté a los dos chavos protagonistas del video, es decir, al joven que es “tocado”, David Espadas, y al que lo grabó, José Alonso. Ellos afirmaban que era un fantasma y después cambiaron su versión a que era un “alienígena”.

La bomba estalló casi un año después, ya que llegó Jaime Maussán a Mérida a dar una conferencia. Una noche antes de su evento los jóvenes le muestran el video y al día siguiente lo muestra como “el video del siglo”. Asegura que por primera vez en la historia se ha grabado una evidencia “irrefutable” con evidencia de extraterrestres y que Mérida debía sentirse orgullosa (enseguida viene una carretada de aplausos del público) por haber sido sede de histórico evento.

Maussán da el visto bueno al video

Para mi sorpresa, el mismo Maussán dice al público que no era necesario analizar más el video para confirmar si era real (para mi sorpresa, comentó que sólo lo había visto a través de un celular y una computadora común), ya que creía en la buena fe de los dos jóvenes, que le parecían honestos.

Ahí puse en duda su capacidad como investigador, pues ya he aprendido en este trabajo que cuando un desconocido te da un video no puedes de antemano suponer que es real solo porque te parece buena gente. 

A partir de ese momento, Maussán da a conocer en todo el país el video y la gente se “conmociona” con el mismo. De nada sirvió que yo le advirtiera que el video era falso (los otros cuatro acompañantes esa noche en que se filmó ya me habían dicho que fue sólo una broma para pasar de celular en celular).

Lo mas penoso vendría semanas después, cuando enterado de que yo había presentado pruebas de que el video era falso, Maussán se dedica a injuriarme y ofenderme a nivel nacional, pero esto le salió contraproducente, pues cuando Maussán informa en México que yo estaba diciendo en Mérida que el caso era falso pero que no tenía pruebas, dos periódicos de circulación nacional me contactaron, me entrevistaron, les presenté mis pruebas y dieron por conclusión que habían “chamaqueado” al ufólogo.

De hecho, pocos días después se realizó una encuesta en el Distrito Federal (ya que el caso del alienígena estaba en boca de todos en ese entonces) y siete de cada diez entrevistados le creían más a mis pruebas, dos a Maussán y uno decía que no sabía a quién creerle, siendo éste un serio traspié para el experimentado comunicador a manos de un “desconocido, pero profesional provinciano”, tal y como lo afirmó el periódico El Universal.

Por último, afirmaba que consideraba que el video era real “porque se le hacían buenas personas los autores del video”. Ni siquiera un psicólogo con dos pláticas podría saber si dos chavos son o no sinceros en determinados asuntos, y Maussán, así de buenas a primera, se basaba en la “buena fe” de ellos para afirmar que tenían el video del siglo.

Ni tan buenas personas

Maussán siempre se basó en lo real del video a que los chavos “parecían ser buenas personas”. Lo curioso del asunto es que uno de ellos, David Espadas (el que es “tocado” por el “alien”), un par de años después salió en el periódico porque lo metieron preso, ya que estaba drogado con cocaína y portaba un arma punzocortante durante una manifestación en la plaza principal. Y si fue capaz de eso cómo no suponer que lo era también hacer un video de broma como finalmente comprobamos.

Por cierto, en marzo de 2013, cuando publiqué este reportaje en esta misma sección recordando el octavo aniversario de este caso, Maussán se comunicó ofendido a la redacción para decir que yo mentía, que en ese momento se encontraba de vacaciones, pero que apenas las concluyera, mandaría pruebas de que el caso era real… A dos años de distancia, al parecer, aún continúa de vacaciones porque nunca mandó ninguna prueba ni se comunicó de nuevo.

Lo más leído

skeleton





skeleton