Extranjero conoce a los aluxes en montes de Muna

Los siguió pensando que eran unos muñecos de cuerda, pero desaparecieron de su vista y comenzaron a arrojarle piedras, en montes de Muna.

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Los aluxes son seres míticos del Mayab. Un estadounidense que estuvo de visita en Muna dice que los vio en el monte. (SIPSE/Archivo)
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Jorge Moreno/SIPSE
MÉRIDA, Yuc.- Hoy les presento una entrevista con Martín Segura Soberanis, yucateco que radica en Cancún, Quintana Roo, desde hace casi 20 años, con relación a una experiencia con dos aluxes que tuvo un amigo suyo.

“Bueno, yo trabajo en un hotel en Cancún desde hace ya dos décadas, y desde hace más o menos cinco años empezó a venir año tras año un turista de San Antonio, Texas, a pasar sus vacaciones. Nos empezamos a llevar bien, el resto del año nos mandábamos correos electrónicos; el año pasado vino a Cancún como siempre, pero cuando llegó yo estaba de vacaciones en mi pueblo, Muna.

"Sin embargo, él se iba de Cancún dos días antes de que yo llegara de nuevo al trabajo y decidí invitarlo a él y a su esposa a Muna, ya que él me había dicho que quería conocer Uxmal.

"Planeamos todo y en efecto llegaron a Muna, se quedaron a dormir esos dos días en casa de mi mamá y como yo vivía a lado con mi esposa e hijos era como si estuviéramos en el mismo sitio.

"En esos dos días paseamos en Muna, Ticul, Santa Elena y, por supuesto, Uxmal. Todo estuvo bien, pero hubo un suceso que por fortuna no terminó en tragedia.

"Lo llevé al monte a una plantación de chile y como él era muy aventurado en un momento dado dijo que quería ir a 'expedicionar' más hacia el monte, yo le dije que lo esperaba porque ya estaba cansado. Al cabo de una hora me empezó a preocupar y me puse a buscarlo.

Encuentro con los aluxes

"Media hora después apareció pero con cara de susto, ya eran como las seis de la tarde y aunque aún estaba claro, lo que me dijo me dejó contrariado:

“Estaba caminando y de pronto vi a dos personas muy pequeñitas, como de 30 centímetros, me fui acercando para ver si no eran unos muñecos de cuerda y empezaron a correr; rápidamente los perdí pero sentía como algo o alguien me aventaba unas piedras muy pequeñas, no me herían pero quien me las aventaba tenía buena puntería.

“Permanecí ahí porque me dio un poco de miedo, pues no sabía quiénes eran esa especie de duendecillos, hasta que vi que pasó como una hora empecé a regresar por el mismo sendero”, dijo el turista.

“Cuando me explicó esto mi amigo, lo primero que pensé fue en los aluxes, le expliqué de estos seres y él me dijo que no tenía idea ni los conocía, pero en esas zonas hay muchos terrenos y quizás eran ellos que estaban cuidando las milpas.

“Por fortuna no le pasó nada a mi amigo y todo quedó en el susto, pero un par de meses después me mandó un correo electrónico para decirme que no le cabía duda que habían sido los aluxes, pues apenas regresó a su país empezó a leer sobre ellos y piensa que sólo estaban cuidando esa zona ante la presencia de un desconocido”.

No cabe duda que los relatos sobre la presencia de los aluxes aún continúan en nuestros días debido a que siguen manifestándose y apareciéndose a las personas; todo depende de los testigos si quieren decirlo o no.

En ediciones anteriores ya hemos hablado ampliamente de casos de aluxes, sus orígenes, y del caso de uno de estos duendecillos que hasta tenía nombre, “Tiago”, y vivía precisamente en Muna.

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