Jorge Moreno/SIPSE
MÉRIDA, Yuc.- Hoy, en “Municipio Enigmático” les presento una de las investigaciones más recientes que hice. Fue en unos departamentos ubicados al norte de la ciudad de Mérida, toda vez que uno de los inquilinos, de nombre Eduardo, me llamó porque ocurrían cosas extrañas, muy fuera de lo normal, que ya lo estaban inquietando.

Oriundo de la Ciudad de México, vino, por cuestiones de trabajo, a radicar a Mérida hace más de un año; la empresa para la que trabaja le rentó, hace seis meses, un departamento cerca de Altabrisa, donde vive con su esposa, maestra en un colegio particular.

“Efectivamente hay ‘algo’ o ‘alguien’ ahí en el departamento; de pronto, vemos cómo se mueven violentamente las cortinas aún con la ventana cerrada y sin ninguna brisa, y también hemos visto cómo al mismo tiempo que esto, el mueble de la sala se mueve como si algo o alguien invisible chocara con el mismo”, explicó.

Y agregó: “Por alguna razón, mi novia tenía extrañas sensaciones de agobio e incomodidad en aquel sitio. Podía llegar muy bien y con mucha vitalidad, pero justo al momento en que entraba se desplomaba y tenía esas sensaciones, las cuales arreciaban cuando estaba en el baño; incluso decía que sentía como que alguien la observaba.

“El colmo fue un día que se estaba bañando y me gritó que por favor le llevara una toalla; entré, se la dejé junto al lavabo y salí; de pronto, cinco minutos después me vuelve a gritar: ‘¿Qué pasó con la toalla?’, y le dije que ya se la había llevado, pero ¡no había nada!

“Hasta discutimos por eso por que ella pensó que sólo por flojo no se la di, y cuando me pongo a revisar la toalla aparece ¡bajo la cama! No tenía ninguna explicación lógica ese suceso.

“Unos días después, los vecinos me dijeron que la dueña de los departamentos había vivido un tiempo en el nuestro y que ahí había fallecido hace unos cinco años, y que los hijos (los herederos) decidieron rentar también ese sitio.

“El problema es que los ruidos y los movimientos de cosas aumentaron en los últimos días y también notamos que la ropa y algunos enseres domésticos cambiaban de lugar. No lo veíamos físicamente, pero de forma muy clara nos dábamos cuenta.

Por ejemplo, dejaba un vaso de agua en el lavabo y a los dos minutos que regresaba a la cocina éste ya estaba en la hornilla que está enfrente, y lo peor fue que una vez vi la sombra de la señora proyectarse en la pared, con los brazos extendidos, como si tuviera una tela en las manos. Fue escalofriante”, dijo.

Después de la entrevista, hice un breve recorrido en el interior del departamento con el objetivo de buscar alguna pista relacionada con todo lo que me había explicado.

Confirmé, con los actuales dueños, la versión de la muerte de esa señora, y no sólo me dijeron que era verdad, sino que también -para mi sorpresa- se mostraron muy abiertos para autorizar y apoyar en la investigación en este sitio, ya que sí podría tratarse de el alma en pena de su madre, pues también la han visto en sus respectivas casas.

Los dueños son dos hermanos (de 44 y 39 años de edad), quienes viven en, pero en casas diferentes con sus respectivas esposas e hijos:

“Nuestra madre murió hace seis años en ese mismo departamento, tuvo un infarto y, como vivía sola, encontraron su cuerpo inerte a más de 20 horas de haber fallecido; quizás por eso se esté manifestando”, comentaron.

Con lo que me dijeron los dueños y los inquilinos, la primera parte de la investigación estaba lista. El siguiente paso es tomar fotos y grabar video en busca de alguna evidencia; esto lo haré estos días y la próxima semana en esta misma sección les estaré dando todos los detalles y los resultados.