Jorge Moreno/SIPSE
MÉRIDA, Yuc.- En las últimas dos décadas, el barrio de Santiago (en el centro de Mérida) se caracterizó por sonados crímenes que ocurrieron en casas cercanas entre sí y dieron mucho de qué hablar con el paso de los años, ya que la capital yucateca siempre se ha caracterizado por su tranquilidad y seguridad.

A raíz de esto, empezaron a ocurrir fenómenos paranormales en varios de estos sitios. Anteriormente les hemos presentado el caso de “la casa de la agiotista”, como se le conoce al sitio donde asesinaron a dos personas y a raíz de esto los vecinos comenzaron a reportar fenómenos paranormales tanto dentro como fuera del predio.

Hoy les presento por primera vez una investigación en una casa abandonada que se encuentra en ese mismo suburbio de Santiago, pero que no es un caso tan conocido como los otros.

La investigación inició desde 2007, cuando recibí una llamada de la dueña de esa casa, que encontraba deshabitada y semiabandonada.

La mujer se comunicó para solicitar que averiguara por qué se veían sombras extrañas y se escuchaban voces en el interior del inmueble, a pesar de que no había nadie ahí.

La dueña narró que los vecinos y personas que transitaban en las calles y terrenos que colindan con la casa, en repetidas ocasiones eran asustados por este tipo de situaciones anormales.

Vio el fantasma de una novia

Tras entrevistarla a fondo para conocer todos los detalles, platicó que hace más de 20 años ella vivía ahí con sus hijos y en una ocasión la menor (en ese entonces de cinco años) vio lo que podría ser un fantasma, de hecho fue la hija la que nos narró lo que vivió en aquel entonces:

“Tengo 26 años y soy maestra de español, todavía lo recuerdo como si hubiese sido ayer. Mucha gente dirá que a los 5 años no es posible recordar cosas, y efectivamente, no recuerdo nada más de esa época, excepto el terror que viví ese día. No sé el día exacto, pero era aproximadamente la 1:00 de la tarde y mi madre había hecho de comer frijol con puerco.

“Mi hermano y yo estábamos contentos, porque era nuestra comida favorita. Mi mamá nos advirtió que comeríamos solos puesto que había llegado una clienta para probarse un vestido que le estaba confeccionando, ya que ella era modista.

“La mesa de la cocina está frente al patio y siempre la dejábamos abierta por el intenso calor que hacía. En un momento dado le dije a mi hermano que tenía muchas ganas de ver a la virgen; inmediatamente él me dijo, apuntando hacia el patio ‘mira, ¿qué es lo que está allá?’, volteé y vi a una mujer vestida con un traje de novia… tenía un velo que le cubría todo el cabello y su cara denotaba tristeza y molestia. Lo más impactante es que estaba flotando.

“Al ver aquello, grité desesperadamente, mi mamá imaginó que mi hermano me había golpeado. Después de averiguar que estaba equivocada se dirigió a mí y me interrogó, pero yo no podía formular palabra y solo señalé al patio. Luego de 10 minutos cuando al fin pude hablar, le dije lo que había visto y creyendo que algún vecino nos había hecho una broma salió para reprenderlo.

“Desafortunadamente mi mamá nunca vio a la mujer a pesar de que yo la seguía mirando. Tiempo después nos enteramos que en la casa se había suicidado una mujer”, finalizó.

El vagabundo que platicaba con el fantasma

Durante la investigación, descubrí que un par de años antes acostumbraba entrar a dormir un vagabundo a esa casa ya abandonada, era conocido como una persona tranquila, pese a ello los vecinos aseguraban que por las noches se le escuchaba hablar solo.

Desafortunadamente poco tiempo después, murió de un paro cardíaco y fue a raíz de ello que las personas comenzaron a decir que en el interior se manifestaban sombras y se escuchaban llantos.

Poco después, se rentó la casa a un matrimonio que no tardó mucho tiempo ahí, ya que a ellos les cambiaban de lugar las cosas. La dueña señaló que en una ocasión que cuando ella se encontraba en la cocina con su esposo, aventaron una piedra contra la puerta, que era de metal e hizo un gran ruido.

El hombre salió para ver quién había sido el autor de esa agresión, y para su sorpresa no vio a nadie y ni siquiera encontró la supuesta piedra.

Después de las pláticas, visité en un par de ocasiones la casona y mientras hacíamos un recorrido por el lugar, en al menos tres ocasiones escuchamos la voz de una niña que parecía reírse burlonamente.

También se escucharon como si aventaran piedras; todo esto fue presentado en su momento en la conferencia de la “gira paranormal” de ese año y actualmente el video con el caso está en mi canal de Youtube.