Espantan más en los corralones que en los panteones

Para quienes quieran vivir una experiencia paranormal, ahí sí les va a dar miedo', dice antiguo empleado del depósito de autos.

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En algunos autos se ha encontrado sangre de las víctimas que murieron en los accidentes. (Jorge Moreno/SIPSE)
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Jorge Moreno/SIPSE
MÉRIDA, Yuc.- “Los valientes que van a los panteones a vivir una aventura paranormal que mejor vengan al depósito de autos, les aseguro que aquí sí les va a dar miedo”. Con esas palabras empieza la entrevista don José Cauich Loría, un ex empleado de una empresa de grúas, que por varios años trabajó en el “corralón” que tiene en el Periférico oriente de Mérida.

Asiduo lector de “Enigmas”, don José se animó a platicarnos sus experiencias, las cuales vivió en ese sitio a finales de los años ochenta y durante toda la década de los noventa, y como él mismo afirma, eso le erizó la piel en varias ocasiones.

“Ya sabes, cuando uno no cree se hace al valiente, pero no es sino hasta que empiezas a ver que ocurren cosas sin explicación que te empiezas a dar cuenta de que sí existen los fantasmas”, señala.

Y es que antes de relatar los casos que vivió don José hay que decir que si tomamos en cuenta que en ese depósito de vehículos siniestrados se encuentran autos en cuyo interior murieron personas de forma trágica, entonces, por simple lógica es fácil pensar que varias almas en pena permanecen ahí.

“Muchos autos llegan incluso con sangre en las vestiduras y demás partes del vehículo. En una ocasión hasta un pedazo de piel había; yo trataba de no sugestionarme, pero en ese entonces estaba trabajando prácticamente en el monte. Antes, el Periférico no estaba iluminado ni con tanto vehículo como ahora, la parte de atrás de plano era puro monte, por lo que el entorno era de por sí macabro”, dijo.

“Mi primera experiencia ocurrió apenas al mes de empezar a trabajar en el depósito; uno de mis compañeros ya me había dicho que por las noches se escuchaban los claxons de algunos autos y yo pensé que simplemente por los choques y daños éstos se activaban, pero una ocasión en que estaba haciendo un rondín a eso de las dos de la mañana empezó a sonar una alarma de uno, me acerqué y momentos antes de llegar dejó de sonar. El capirote estaba medio abierto y cuando lo abro me doy cuenta con sorpresa que no tenía batería”.

“En otra ocasión vi que una persona estaba caminando entre los pasillos; de inmediato lo seguí con mi lámpara y le grité, pues pensé que era un ladrón, hasta pedí apoyo, pero la silueta se fue al fondo de una pared y desapareció como si la hubiera atravesado.

Habló con un fantasma

“Lo que más me ha impactado ocurrió a finales de los noventa, eran como las nueve de la noche y de pronto vi a una persona que me dijo que había ido a buscar unas pertenencias de su auto siniestrado, se escuchaba como cansado o como si estuviera herido, para empezar me sorprendió que estuviera parado junto a mí en el interior del depósito, porque ya estaba cerrado.

“Pensé que quizá brincó, pero cuando empezaba a decirle que no lo podía ayudar de pronto ya no estaba junto a mí; eso si me dio miedo, me fui hasta mi caseta y desde ahí no cerré el ojo sino hasta que amaneció y jamás salió por la puerta esa persona, pues estaba cerrada con candado y la estaba vigilando.

“En varias ocasiones me tocó ver sombras sin explicación lógica, escuchar gritos como de dolor, llanto, el ruido como de dos autos que chocan y hasta el olor a gasolina quemada; jamás encontré una explicación lógica, me sentí tranquilo hasta que ya no le di vueltas al asunto y pensé en que simple y sencillamente se trataba de las almas en pena de las personas muertas en los accidentes. ¿Para qué darle más vueltas al asunto?”.

Para finalizar, don José señala que aunque ya tiene más de 15 años que laboró ahí, al poco tiempo se enteró que los nuevos empleados también han pasado por las experiencias paranormales que él vivió: “Hace poco en el noticiero de SIPSE pasaron un reportaje con uno de los veladores de estos sitios y vi que continúan viendo cosas así; todo eso continuará mientras sigan existiendo los fantasmas”, dijo.

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