Jorge Moreno/SIPSE
MÉRIDA, Yuc.- Estamos a dos meses de que inicie el “recorrido” de la famosa procesión de las ánimas o de fieles difuntos en cementerios de Yucatán y en muchas otras partes del páis, ya que desde mediados de octubre empiezan los reportes de personas que aseguran haberla visto y se intensifican los días 31 de ese mismo mes, así como los días 1 y 2 de noviembre.

La procesión de las ánimas marcha, por lo general, en fila india o de dos en fondo; son de 8 a 12 seres, portando velas en las manos. Son almas en pena que deambulan rumbo a sus casas de origen y casi siempre pasan por el cementerio de la localidad donde sus tumbas están.

De 2003 a 2014, he archivado más de 250 casos de personas que aseguran haber visto la procesión fantasmal, desde ciudadanos comunes, hasta presidentes municipales, policías federales, doctores y gente reconocida que no creía en esto hasta que les tocó verlo.

Ahora sí cree

Muchos prefieren aún guardar el anonimato, pues piensan que los pueden tachar de locos, aunque poco a poco ya hay más apertura para hablar de estos temas. Un caso del cual me enteré hace un tiempo fue el de un expresidente municipal (Tizimín) que durante su gestión, un día 31 de octubre, estaba en su camioneta llegando a un domicilio por cuestiones de trabajo y que de pronto vio a seis o siete personas en la esquina de la calle caminando en procesión con velas en la mano; se detuvo un momento para ver quién había fallecido, ya que pensó que ese era el motivo de la caminata.

Sin embargo, conforme se fueron acercando descubrió que en vez de rostros eran sólo calaveras. Comenta que le dio mucho miedo y prefirió meterse a esa casa. Contó lo ocurrido sólo a sus allegados y, de hecho, tres días le dio fiebre y tuvo que ir con un h-men para que se aliviara.

Me enteré del caso a través de su secretario municipal hace aproximadamente nueve años, pero tres años después tuve oportunidad de que el ya expresidente me lo platicara directamente con la condición del anonimato:

“La verdad, yo ya había visto aluxes en los ranchos de mi papá, creo en eso, pero siempre fui muy escéptico con lo de las ánimas y fantasmas. Si no fuera porque lo vi con mis propios ojos nunca lo hubiera creído, y además me enfermé con mucha fiebre tres días seguidos, y yo no soy de enfermarme casi nunca.

“Me dijo el curandero con el que fui que si me hubiera quedado un poco más de tiempo viendo la procesión o que si recibía una vela de parte de ellos muy posiblemente hubiera fallecido”, comentó.

Testimonio de un médico

Un reconocido doctor que radica en Mérida también me platicó que durante un viaje de vacaciones que hizo a su natal Peto hace cinco años, tuvo oportunidad de ver la procesión de las ánimas: 

“La verdad sé que la ciencia esta peleada con lo paranormal, pero no puedo dejar de creer lo que mis ojos vieron. Cuando visité el panteón de Peto en la noche, era un 1 de noviembre y de pronto mi mamá, mi esposa y mi hija mayor vimos claramente cómo pasó esta procesión. Quedamos como hipnotizados y éstos de pronto desaparecieron; definitivamente, eran de otro mundo, iban rumbo al cementerio”, dijo.

Y agrega: “Preguntamos en el pueblo y me dijeron que es común ver estas manifestaciones de la procesión de las ánimas, sobre todo para épocas de los fieles difuntos, por lo tanto estoy seguro que lo que vimos fue eso, de hecho mi madre me dijo que cuando era joven también le tocó verlo junto con dos de mis tíos. Yo le guardo mucho respeto a eso”, finalizó.

Cabe destacar que la mayoría de las veces esta procesión es vista frente a los cementerios o cerca de ellos, ya que al parecer en época de Fieles Difuntos es cuando salen (aunque también han sido vistos en otras épocas del año) y pasan por el panteón donde fue enterrado al menos uno de los integrantes de la “Santa Compañía” (como también se le conoce a la procesión de las ánimas).

La gran mayoría de estas apariciones ocurren entre finales de octubre y principios de noviembre, por lo que ahora que se acercan estas fechas estaremos en busca de evidencias en video o foto.