El extraño caso de la 'tía endemoniada'

Aunque estaba a punto de morir, la anciana atacó al sacerdote que fue a darle los santos óleos.

|
La tía 'endemoniada' trataba mal a su familia, vecinos y conocidos. (Jorge Moreno/SIPSE)
Compartir noticia en twitter
Compartir noticia en facebook
Compartir noticia por whatsapp
Compartir noticia por Telegram
Compartir noticia en twitter
Compartir noticia en facebook
Compartir noticia por whatsapp
Compartir noticia por Telegram

Jorge Moreno/SIPSE
Mérida, Yuc.- Hoy, en “Historias para no dormir” presento un relato poco común sobre una experiencia que vivió don Ramón Vivas, de 44 años de edad y que tardó mucho tiempo en asimilar:

“La historia que les contaré ocurrió cuando yo tenía unos 12 años; en ese entonces, bueno desde que tengo uso de razón, teníamos una tía a la cual casi nunca visitábamos, tenía fama de mala y por lo mismo casi nadie de sus parientes la iba a visitar, ni sus amigas o vecinas. Estaba algo así como amargada, era ya grande de edad y vivía sola, en una casona cerca del Centro de Mérida.

“Bueno, pues cuando yo tenía esa edad, la tía se enfermó de gravedad. Recuerdo que me llevaron, así como a mis primos, para verla. Según entendí después ya estaba desahuciada y cada vez estaba peor, ya que permanecía inmóvil en su cama, no movía ni sus manos, sólo sus ojos y su boca, pero no hablaba.

“Mientras estábamos de visita, recuerdo que llamaron a un sacerdote para que le diera los santos óleos, aunque ella no había sido muy católica que digamos, los otros tíos tomaron esa decisión.

Violenta reacción

“Cuando llegó el sacerdote pasó algo increíble que aún recuerdo: el Padre se acercó a la cama de la tía, hizo una oración y cuando le quiso poner una cruz sobre su cuerpo, ésta salió disparada hacia el otro extremo de la cama, con mucha fuerza.

“No recuerdo muy bien si ella lo aventó con su mano o si alguna fuerza invisible lo hizo, pero todos se sorprendieron porque tenía semanas que estaba muy débil y no podía ni levantar la mano, mucho menos sujetar y aventar una cruz de madera que no estaba tan pequeña.

“Poco después, la tía murió y fue hasta después de varias semanas en que se empezó a comentar entre mis parientes que lo que sucedió es que ella a lo mejor hizo una especie de hechizo, o bien, estaba encomendada al demonio y por eso sobrevino esa reacción cuando le pusieron una cruz con agua bendita.

“Yo, en ese entonces, era casi un niño y no entendía nada, pero sí recuerdo ese incidente. Ya con el paso de los años entendí lo que ocurrió, me lo platicaron mis otros tíos y también se rumoró que, en efecto, ella había pertenecido en una etapa de su vida a la iglesia satánica y eso no se te borra nunca ni cuando te mueres.

“De hecho cuando los herederos tomaron posesión de su casa, no duraron ni una semana ahí porque afirman que de pronto se escuchaban ruidos terribles como lamentos y veían siluetas demoniacas, ya no sé si se sugestionaron o qué, pero decidieron sacar en renta o venta ese lugar”.

Don Ramón finaliza su relato preguntándome si sería posible que esa reacción que tuvo su tía moribunda podría tener relación con el supuesto pacto demoniaco que hizo, o bien, qué otra explicación habría.

En mi opinión, de acuerdo con casos previos que he investigado y a ponencias de reconocidos exorcistas como José Antonio Fortea y Gabrielle Amorth, ésto no solo es posible, sino también muy común, ya que suele ocurrir así durante las liberaciones o exorcismos.

Por lo tanto, si esa señora en realidad hizo un pacto con el demonio a través de su afiliación a una iglesia satánica, es muy posible que esa reacción haya sido propiciada por una fuerza del mal, que responde así, de forma violenta, a todo objeto religioso o bendito que se le acerca.

Lo más leído

skeleton





skeleton