'Corbat', el venado mágico de los montes de Yucatán

Cazadores yucatecos que han perseguido al majestuoso astado han estado a punto de perder la razón porque es imposible matarlo.

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Algunos cazadores afirman que el venado “Corbat” por momentos toma forma humana. (Jorge Moreno/SIPSE)
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SIPSE.com
MÉRIDA, Yuc.- Se cuenta que en los montes de Akil vive un gran venado, casi del tamaño de un toro al que no se le puede dar muerte, tiene una característica muy particular, pues en su pecho tiene una gran mancha blanca en forma de corbata, por eso los cazadores y lugareños lo conocen como el venado “Corbat”.

En cierta ocasión un grupo de campesinos que se dirigían a su milpa, ubicada por el oriente de la población, llevaban sus escopetas y se hacían acompañar de sus perros, como es costumbre entre los hombres del campo de Yucatán.

Al llegar, comenzaron a trabajar en las tres hectáreas de monte que preparaban para la siembra de maíz. De pronto, escucharon los inconfundibles ladridos de sus animales al perseguir una presa de gran tamaño, así que dejaron sus labores y tomaron sus armas para irse de cacería.

Durante la persecución, el más joven del grupo tuvo la oportunidad de su vida, pues no había cazado ningún venado a sus catorce años de edad, entonces, escuchó que se le acercaba una gran presa, se preparó para disparar, pero al ver a la imponente bestia entró en pánico, ya que el animal era casi del doble del tamaño y tenían una gran cornamenta que portaba con elegancia.

No pudo matarlo 

El muchacho al verlo no pudo accionar el arma a pesar de que “Corbat” le pasó muy cerca. Cuando por fin reaccionó, corrió hasta reunirse con los demás cazadores para contarles lo sucedido. Todos sus compañeros estallaron en carcajadas y le contaron la historia del gran venado "Corbat" y lo imposible que era matarlo, le pidieron olvidar lo sucedido.

Pero el joven se sintió muy apenado y desde ese momento se propuso dar muerte a "Corbat" costara lo que costara, ya que se había burlado de él al hacerle pasar un mal momento. Así pasaron los años, el muchacho se convirtió en un experto cazador que presumía su gran habilidad matando venados, pero nunca pudo olvidar lo pasado en su juventud aquella mañana de cacería. 

Su deseo por matar al gran venado se hizo tan obsesivo al punto de dedicarle varias horas diarias al rastreo y búsqueda del legendario "Corbat", incluso entre los cazadores ofreció una recompensa para quien le informara del paradero de su presa.

Desde luego, el destino le presentaría una segunda oportunidad al cazador. Estando al acecho en los montes observó que algo se le acercaba, grande fue su sorpresa al ver al gran "Corbat", tomó un suspiro como para tener la fuerza necesaria ante la situación que se le presentaba y que había esperado durante años. Apuntó su escopeta con pulso firme, el animal levantó la cabeza y observó al hombre que lo tenía en la mira del arma, pero ya era tarde para huir, al instante se escuchó un fuerte sonido que acabó con el silencio que reinaba en el lugar.

"Corbat" recibió una lluvia de proyectiles en su costado izquierdo que lo derribó al instante. Sin embargo, a los pocos segundos se puso de pie como si nada hubiera pasado, el cazador realizó un nuevo disparo que hizo caer de nuevo al venado, pero otra vez se levantó sin ningún daño. Tantos disparos recibió el "Corbat" y tantas veces se puso de pie que el infeliz hombre terminó por entender que su presa era inmortal o poseía algún don mágico, de tal manera que las balas no lograron dañarlo. 

Dejó de disparar, pues sus cartuchos se habían agotado y el venado se echó a correr con rumbo desconocido. Se entristeció, pues había perdido la batalla de nuevo, pero se convenció que era imposible matar al gran venado "Corbat" que sigue deambulando por los montes de Akil.

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