Sobrevivió a los 'encantos' de la Xtabay

El viejo Tilán tenía 14 años cuando se enfrentó al mítico ser de una manera poco ortodoxa.

|
Campesino yucateco afirma tener el 'antídoto' para que la Xtabay no te haga daño si te la encuentras. (Jorge Moreno/SIPSE)
Compartir noticia en twitter
Compartir noticia en facebook
Compartir noticia por whatsapp
Compartir noticia por Telegram
Compartir noticia en twitter
Compartir noticia en facebook
Compartir noticia por whatsapp
Compartir noticia por Telegram

Jorge Moreno/SIPSE
MÉRIDA, Yuc.- Se sabe que desde tiempos que escapan a la memoria de los hombres, los campesinos de la península yucateca han compartido su existir con un mítico ser en forma de mujer que suele presentarse cuando llega la noche, es muy seductora y siempre aparece junto a un arbusto espinoso muy abundante en el monte llamado Tsakam, se trata de la Xtabay.

Si algún hombre se deja seducir por ella lo pierde en el monte dentro de un montón de espinos para arrancarles el corazón o dejarlos locos por el resto de sus días. Lo anterior se narra en la siguiente historia:

Todos conocían al viejo Tilán, era muy popular entre la gente de su pequeño pueblo, en especial entre los niños del rumbo de su colonia. Se dice que de joven fue trabajador en una hacienda henequenera de las muchas que existían por esos lejanos tiempos. 

Muchas personas se acercaban a él para conocer secretos y misterios de la cultura maya, pues se contaba que su madre fue una poderosa hechicera que conocía muchas fórmulas para combatir a los malos espíritus.

Sin embargo, nadie se atrevía a recordárselo a Tilán, ni siquiera en broma, pues le daba mucha vergüenza y se molestaba tanto hasta el grado de proferir una buena cantidad de insultos al insensato que lo hiciera.

Él se decía conocedor de los secretos mayas, pero siempre decía que no era brujo, aunque muchos pensaban que sí lo era porque había heredado el poder, o al menos los conocimientos de su madre.

Siempre que tenía la oportunidad contaba con mucha emoción y orgullo la historia de su encuentro con la Xtabay, según él, cuando tenía 14 años de edad. En ese tiempo su madre aún vivía y le había enseñado la contra “para ahuyentarla”. 

Esta es la historia

Tilán dice que todo ocurrió una noche del 7 de octubre de 1979. Era otoño, por lo que muchos árboles no tenían hojas y contribuían a darle un aspecto aterrador al monte peninsular, en especial si se adentraba en su espesura durante la noche. 

“Nunca tuve miedo, mi adorada mamá (se quita el sombrero para mirar al cielo) me enseñó a no tener miedo a nada ni nadie. Esa noche salimos de cacería junto con mi primo Bulín, nos dividimos para tener mejor oportunidad de cazar presas. Yo tomé una antigua vereda que conducía a una hermosa explanada que era ideal para acechar venados, muchos entraban a comer zacate tierno que crecía con frecuencia en el lugar, cuando avancé unos metros pasé junto a una gigantesca ceiba, no sentí miedo porque es el árbol sagrado de nuestro padres los mayas”.

“Pero cuando casi llegaba al lugar, vi unos arbustos parecidos a un nopal, se trataba del tsakam que es una planta espinosa y que sirve de refugio para la Xtabay. Tampoco tuve miedo, estaba preparado por si algo se presentaba y así pasó… de repente vi la silueta de una mujer de largos cabellos, estaba desnuda y me hacía señas para desviarme del camino y acercarme a ella, pero logré ver que no tenía pies humanos y estaba elevada de la tierra, como si volara”.

“Supe qué hacer, me quité la alpargata izquierda y la aporreé en el suelo pronunciado en voz alta “¡Ya te conozco¡” y con esto desapareció de inmediato llena de vergüenza sabiendo que la descubrí. Nunca más en mi vida la volvería a ver, pues ya sabía que la reconocería en un dos por tres”, finalizó.

De tal forma que, al parecer, esa es la contra si usted llega a ver a la Xtabay algún día, quitarse el zapato izquierdo aporrearlo al suelo y pronunciar esa frase…

Lo más leído

skeleton





skeleton