Anécdotas paranormales del Cementerio General de Mérida

En los años en que Hortensia Mex vendió flores en el panteón comenzó a creer en fantasmas tras encontrarse con ellos.

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Muchas vendedoras y personas que laboran en los cementerios han sido testigos de fenómenos paranormales. (Jorge Moreno/SIPSE)
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Jorge Moreno/SIPSE
MÉRIDA, Yuc.- Hace un año presenté en esta sección una entrevista al nieto de uno de los exveladores del Cementerio General de Mérida, el cual -dicho sea de paso- es uno de los más antiguos y grandes, no sólo de Yucatán, sino de todo el sureste del país y, por simple lógica, es de suponer que ahí han ocurrido muchas historias de índole paranormal.

En esta ocasión platiqué con la señora Hortensia Mex de Canul, veterana exvendedora de flores, quien por muchos años laboró ahí y vio un sinnúmero de historias de todo tipo:

“Una aprende a hacerse fuerte en el cementerio y no lo digo sólo por los fantasmas o la sugestión que les da a las personas andar en estos sitios, sino por los dramas que ocurren entre los familiares y las escenas de tristeza que al principio a mí me daban ganas de llorar, sobre todo cuando se trata de entierros de niños o bebés, y bueno, hasta pleitos por herencias nos ha tocado ver en pleno entierro”, comentó.

De escéptica a creyente

En cuanto a situaciones paranormales, doña Hortensia dijo que al principio no creía en las historias que le contaban otras vendedoras hasta que le tocó verlas:

“Al principio pensé que me contaban esas historias sólo para asustarme para que yo no fuera a vender, pero con el paso del tiempo me di cuenta que los veladores y otros empleados contaban lo mismo y que sí se aparecían fantasmas.

“Uno de los que más recuerdo es la de un antiguo señor adinerado que, al parecer, era dueño de una hacienda. Dicen que se aparecía deambulando en el panteón, lo veían bien vestido con su guayabera y su sombrero, sus zapatos impecables y su pañuelo en su bolsillo; era como de unos 60 años. Desde que yo era joven y recién había empezado a trabajar ahí decían que se aparecía, que había muerto años atrás y como sus hijos peleaban mucho por la herencia, él no podía descansar.

“A mí me tocó verlo una tarde en que me estaba retirando del cementerio, no lo podía creer hasta me empezaron a temblar las piernas de miedo, porque, si bien es cierto, se veía como una persona de carne y hueso, sus pies no tocaban el piso, estaba como volando bajito o levitando hasta que desapareció.

“Por temor a las burlas no lo dije al principio, pero cuando las demás personas lo fueron describiendo y contando como era él, me di cuenta que se trataba del mismo fantasma. Creo que decían que se llamaba Arsenio Alonzo”, explicó.

Inexplicable llanto de bebé

“Otro caso que me consta que es real es el llanto de los bebés. En una ocasión enterraron a uno de apenas meses de nacido, yo estaba ahí cuando llegó el cortejo fúnebre y todos los que lo vimos estábamos muy conmovidos con las escenas de dolor. Pues a los dos días, de pronto escuchábamos llantos de bebé, pero cerca de nosotros, pero al revisar no había nadie, tres personas lo escuchamos, así que no podemos estar equivocadas, fue terrible, nos dio miedo porque dicen que se trataba del alma en pena de ese bebé. Hasta el velador del cementerio lo escuchó, revisó toda el área pensando que habían dejado a un nené abandonado, pero no apareció nadie”.

Doña Hortensia finalizó la entrevista comentando que los espantos en los cementerios son reales: “Me dan risa los que creen o afirman que las almas en pena no existen, a mí me tocó verlo y también me tocó hablar con muchas personas fiables que también tuvieron experiencias paranormales. Mi cuñado, que en paz descanse, fue doctor y él vivió varios casos de fantasmas durante su trabajo”, concluyó.

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