Jorge Moreno/SIPSE
MÉRIDA, Yuc.- No existe ningún cementerio en Yucatán en el cual no se lleve una “corona de flores” durante el entierro de un difunto; sin embargo, ¿conoce usted el origen de esta tradición?

Posiblemente usted no lo sepa pero esta tradición viene desde antes de Cristo (hace más dos mil años), y es una forma de honrar y demostrar respeto hacia una persona que se ha adelantado en el camino; se realiza prácticamente en todos los países del mundo.

En Yucatán, quienes tienen los medios económicos compran coronas al fallecer un familiar o bien una persona cercana, como forma de demostrar respeto, admiración o dar condolencias a la familia del difunto, ya que evidentemente el fallecido no sabrá, o no le importara quién manda o no una corona de flores.

¿Por qué son circulares?

El círculo es una figura geométrica que no tiene principio ni fin. La corona de adviento tiene forma de círculo para recordarnos que Dios no tiene principio ni fin, es eterno. También nos ayuda a tomar conciencia que venimos de Dios y a él vamos a regresar. También es símbolo de su unidad y eternidad. Esta es la explicación religiosa que se da con relación a las coronas de flores.

Sin embargo, es de llamar la atención que otras culturas milenarias como la egipcia también se refieren y usaban coronas de flores circulares, aunque en menor medida y sólo para las personas de la “clase media y baja”, ya que los faraones y gente de la realeza eran enterrados en pirámides con legiones de esclavos, oro y cosas que supuestamente necesitarían en su otra vida.

Cabe mencionar que las coronas de flores están hechas de hojas de plantas por un motivo específico, ya que el verde de las hojas de las plantas representa que Cristo está vivo entre nosotros (el verde es vida), además de que nos recuerda nuestra vida de gracia y la esperanza.

Otras religiones también las han adoptado y por ese motivo es que también envían coronas de flores cada vez que fallece un familiar o persona apreciada.

Símbolo y protección

Otra cosa digna de destacar es que antiguamente estas coronas de flores se colocaban en las puertas de las casas con el fin de que los difuntos no regresaran ni pudieran entrar, por lo que era una especie de protección.

Una versión un tanto rara menciona que las coronas de flores se ponían antiguamente en las casas para disimular el mal olor en la putrefacción de los cadáveres, pero con el paso del tiempo, las nuevas tecnologías en embalsamamiento eliminaron los olores, pero la tradición continuó.

Por último mencionamos una versión que se afirma viene de los antiguos mayas, ya que señalaban que el mandar flores o una corona de flores cuando una persona fallece es una forma de purificar su alma para que vayan por el camino de la paz siendo difuntos y eviten cruzar por el infierno o el inframundo.

Seguramente, usted amigo lector, en alguna ocasión ha tenido que acudir a un velorio y muy posiblemente haya tenido que llevar una corona de flores; si desconocía el significado de la misma o lo hacía por costumbre, ahora ya lo sabe.