Con un 'chiflido' y un 'grito' se anuncia la muerte

El castigo a que fue sometido Amikú, por ser extremadamente miedoso, se convirtió en aviso de la que la parca está acechando.

|
Cuando se escucha un chiflido sin explicación lógica, se trata de la muerte que está rondando. (Jorge Moreno/SIPSE)
Compartir noticia en twitter
Compartir noticia en facebook
Compartir noticia por whatsapp
Compartir noticia por Telegram
Compartir noticia en twitter
Compartir noticia en facebook
Compartir noticia por whatsapp
Compartir noticia por Telegram

Jorge Moreno/SIPSE
MÉRIDA, Yuc.- Existe un popular dicho que incluso ha sido inmortalizado en una película mexicana: “Cuando el tecolote canta el indio muere”. Este data de una leyenda del centro del país, sin embargo, en la Península de Yucatán existe una antigua leyenda que tiene rasgos similares.

Consiste en que si escuchas un chiflido e instantes después un grito, es presagio de un suceso de sangre que podría incluso desencadenar en la muerte de alguna persona. Esto lo escuché por primera vez en Dzidzantún hace ya varios años.

De acuerdo a la información que recabé, hace varios siglos, mucho antes de que los españoles llegaran al continente americano, vivía una persona en el territorio maya que tenía un peculiar miedo: temía al día que llegara su muerte.

Y decimos peculiar porque en ese entonces la gente no veía a la muerte como algo malo, por el contrario, era una etapa más de la vida.

Extremadamente cuidadoso

Esta persona, de nombre Amikú, cumplía con todas las labores propias del campo y cuidado de la cosecha, así como de sus hijos y esposa, pero siempre hacía las labores con una precaución excesiva, pues incluso caminaba despacio en el monte y viendo hacia al piso por temor a que lo mordiera una serpiente y muriera ahí mismo.

Con el transcurso de los años le llegó el día que a todos nos tiene que llegar, cayó enfermo de una extraña epidemia que azotó a su pueblo y a pocos días de convalecer murió en su hamaca, en compañía de sus seres queridos.

Se cuenta que los dioses decidieron castigarlo por tan excesivos miedos que tuvo en vida y lo condenaron a vagar por toda la eternidad con una encomienda.

Tomando en cuenta que en vida siempre tuvo miedo a la muerte, los dioses le dieron el don de ver y saber quiénes ya estaban destinados a morir horas o días antes y así recordar por siempre la angustia por la que pasó cuando vivía.

Se hizo escuchar

Con lo que no contaban los dioses es que ese miedo era tan fuerte y la energía de Amikú era tal, que cada vez que alguien estaba por fallecer, éste lanzaba un chiflido y un grito para avisar a la víctima que se cuidara porque la muerte lo estaba acechando.

Por esa razón, la población maya empezó a darse cuenta de que se escuchaba un chiflido y después un grito antes de que ocurriera un suceso de sangre. Claro que para esto ya habían pasado muchos años, pues al principio no le daban importancia o pensaban que algún vecino u otra persona había chiflado o gritado por cualquier otro motivo.

Con el paso del tiempo, la gente empezó a acostumbrarse al chiflido seguido del grito de Amikú e incluso muchos al escucharlo eran más precavidos creyendo que a ellos les llegaba la hora, ya que lo complicado de saber quién moriría es que a veces los avisos se escuchaban donde había una muchedumbre y nadie sabía a quién estaba dirigido, después de uno o más días se enteraban que una persona había muerto.

Se cuenta que en lo que hoy es Dzidzantún, en siglos pasados el chiflido seguido del grito se escuchó muchas veces y los antiguos pobladores hasta tenían un rezo especial para Amikú, rogando no ser ellos los elegidos para morir.

Por cierto, el sábado 4 de octubre estaré en esta población con la Gira Paranormal Misterios, la cual arranca con casos y videos nuevos. Más adelante daré detalles de este evento (a celebrarse en la terraza del palacio) y otros que realizaré en Yucatán, estén pendientes.

Lo más leído

skeleton





skeleton