Jorge Moreno/SIPSE
MÉRIDA, Yuc.- Hoy, en la sección Municipio Paranormal hablaremos de otro caso que ocurre en la ciudad de Mérida, específicamente en una colonia ubicada al norte y que es una de las más tradicionales y antiguas: Itzimná.

La investigación la realicé hace algunas semanas y es sobre la extraña muerte de una niña y sus posteriores apariciones, las cuales -contra toda lógica- se dan en casa de una vecina y no con sus propios familiares; pero vayamos por partes.

Hace 16 años, en diciembre de 1997, hubo un lamentable accidente en una casa: una niña de cinco años de edad de nombre Mayola (María Yolanda) falleció mientras jugaba en la sala de su domicilio, ya que al estar corriendo se resbaló y al caer golpeó su cabeza con el “filo” del marco de una puerta. Por desgracia, el golpe fue certero y mortal, y no se pudo hacer nada.

La niña tenía dos hermanas, de nueve y once años, pero no se llevaba bien con ellas, ya que le hacían muchas maldades, prefería jugar con sus vecinitas, dos niñas de seis y ocho años, que vivían en la casa de enfrente.

Días después de la tragedia, las dos pequeñas le dijeron a su mamá que Mayola había estado jugando con ellas en el cuarto. La señora, pensando que sólo se trataba de un amigo imaginario o secuelas de la impresión tras la muerte de su amiguita, no le dio importancia.

Sin embargo, con el paso de los días, las niñas insistían en que su vecinita difunta estaba ahí en su casa, prácticamente a todas horas del día.

Sorpresivo encuentro

Justo cuando la mamá empezó a inquietarse ante ello y casi perder la paciencia, descubrió de manera sorprendente que sus hijas decían la verdad, pues una noche, cuando se levantó para ir al baño, vio a una niña pequeña entrar a la cocina.

Pensando en que era la menor de sus hijas, y extrañada porque ya era muy tarde, decidió esperar a que saliera de la cocina para ver qué buscaba ahí, pero ante la demora, entró y vio que no había nadie…

De inmediato salió de la cocina y se dirigió a la habitación de las niñas, las cuales estaban en sus camas durmiendo. Y aún no salía de su asombro cuando, en un rincón del cuarto, vio a la niña misteriosa de frente y al ver su cara la reconoció de inmediato: ¡era Mayola!

Un par de días después y decidió ir con la mamá de Mayola para decirle lo que estaba pasando en su casa, tenía un poco de miedo de que se ofendiera o que la tomara a loca, ya que además no se tenían mucha confianza, pero finalmente fue y se lo dijo.

Tras enterarse de todo lo ocurrido, la mamá de la difunta, contrariada dijo que en su casa no había pasado nada extraño tras la muerte de su hija.

Juega con sus hermanas

Sin embargo, la vecina cree que en realidad sí han ocurrido cosas similares, pero la madre de Mayola no quiso decirlas, ya que las hermanas de la niña fallecida le dijeron que juegan con ella en el parque de Itzimná todos los sábados después de salir de sus clases de catecismo.

Cuando la vecina me platicó este caso, hace un par de semanas, me autorizó a hacer una investigación para descubrir por qué esta niña aún no descansa en paz, aunque tomando en cuenta todo lo que me relató, es muy posible que simplemente Mayola esté a gusto jugando con sus vecinas.

La investigación la haré poco después de día de Reyes, cuando esa familia regrese de un viaje que hicieron a Veracruz, por lo que informaré con detalle y en exclusiva todo lo que ocurra.