El santero Próspero Serrano cuenta sus casos

En la comisaría de Catmís, municipio de Tzucacab, vive el experimentado sanador que ha enfrentado al mal... y lo ha vencido varias veces.

|
Don Próspero Serrano durante la entrevista realizada en su domicilio de Catmís. (Jorge Moreno/SIPSE)
Compartir noticia en twitter
Compartir noticia en facebook
Compartir noticia por whatsapp
Compartir noticia por Telegram
Compartir noticia en twitter
Compartir noticia en facebook
Compartir noticia por whatsapp
Compartir noticia por Telegram

Jorge Moreno/SIPSE
MÉRIDA, Yuc.- Aunque son pocos, existen en Yucatán personas dedicadas a ayudar a otras de una forma muy peculiar, son los llamados “santeros”, “liberadores”, “sanadores” o “exorcistas”, quienes a través de distintas fórmulas y rituales, tienen el mismo objetivo: expulsar el demonio o la brujería de los cuerpos de las víctimas, las cuales pueden ser niños, jóvenes, adultos o incluso personas de la tercera edad.

Hoy, en “Historias para no dormir” presento una entrevista con uno de estos “sanadores”, quien desde hace varios años aprendió a realizar este tipo de cosas; me refiero a don Próspero Serrano Sánchez, quien vive en la comisaría de Catmís, del municipio de Tzucacab, sitio que se ubica a dos horas al sur de Mérida.

Conocí a don Próspero hace casi dos años, cuando hice una investigación a esa comisaría y me dieron buenas referencias de él, ya que lleva años dedicado a esta labor en sus ratos libres, pues trabaja para el gobierno durante el día.

Brujería y sectas

Especialista en el tema de brujería, dice que le ha tocado ver ofrendas dejadas en el entronque que lleva a Tzucacab, se le conoce como “magia wicca” o santería, y la practican sectas que hacen pactos con el diablo.

Don Próspero dijo que en esos casos no trabajan con los santos, más bien ofrecen animales sacrificados para hacer daño a algunas personas.

“En algunas ocasiones hasta hacen muñecos con el nombre de las víctimas y se los dedican al diablo para que se apodere de la persona que representa el muñeco. El rito normalmente lo hace gente que pertenece a una secta satánica. Por ejemplo, aquella vez se dejó a un lado de la carretera una taza con una gallina”, dijo.

Este señor contó que el barro representa uno de los cuatro elementos del mundo: la tierra; los cigarros representan a la persona que le están haciendo daño, la van matando poco a poco (hasta que se acabe como un cigarro). Las monedas, cuando es para mal, significan la ruina, la pobreza y desgracia para la persona a quien le dedican ese trabajo. El polvo amarillo que ponen sobre la gallina, se trata de azufre, que representa el fuego del infierno, exterminación y consumo de la persona. El vaso de agua, significa que el enemigo se está acabando.

Pintan su raya al diablo

Son dos tipos de invocación que se hacen a los demonios. La primera es con la presencia del diablo, pero sin que haga daño; la segunda sí se los puede llevar, por eso mejor pintan su raya con un círculo de agua bendita o carbón para que no les jalen, y el lugar donde realizan todo esto es porque ahí han muerto muchas personas.

Don Próspero ha podido ayudar a muchas personas en los últimos años, él fue quien ayudó en un sonado caso de tres niños poseídos en una escuela de esa población (caso del cual hablaremos con detalle la próxima semana), y afirma que hasta ahora no le han hecho daño ni ha sido poseído o como se dice popularmente “no ha cargado aire”.

“Me han tocado casos fuertes, en donde necesito orar mucho para poder ayudar a las personas, el mal está presente de diversas formas y aunque hay quienes no lo creen, cuando les toca a ellos o a sus familiares se arrepienten de haber sido incrédulos, sobre todo por esta zona del estado se da mucho la brujería”, finalizó.

Lo más leído

skeleton





skeleton