Entrevista: La labor de conciliar en beneficio del consumidor

El aún funcionario federal Eduardo Pacheco González, ejercerá su profesión de abogado y otros proyectos que tiene en puerta en caso de ser relevado de su cargo.

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La perfección, su principal defecto, Eduardo Pacheco González, delegado de la Procuraduría Federal del Consumidor. (Antonio Sánchez/SIPSE)
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 Patricia Piña/SIPSE
MÉRIDA, Yuc.- La perfección es su principal defecto, el amor a su familia y al trabajo, las más grandes virtudes, un hombre sencillo, luchador, con ganas de salir adelante, pero sobre todo, un excelente servidor público, hijo y esposo, el cual tiene como meta continuar con el Departamento de Conciliación, así es como se describe Eduardo Pacheco González, quien es el delegado de la Procuraduría Federal del Consumidor en la entidad.

A sus 34 años ha conseguido ser uno de los principales promotores de la conciliación en la entidad, su tesis, la cual presentó en la Facultad de Derecho de la Universidad Autónoma de Yucatán de donde es egresado, fue considerada dentro de las reformas aplicadas en Profeco, dependencia a la cual ingresó como asistenta personal.

¿Quién es Eduardo Pacheco?
Soy un hombre apasionado por el trabajo y por mi familia desde luego, una persona que tuvo la oportunidad de estudiar en el Colegio Montejo, donde recibí una formación basada en principios, la cual fue reforzada por mis padres, de quienes tengo muy arraigado el valor de la perseverancia y concluir el nivel profesional en la Uady de donde soy orgullosamente egresado.

Creo que toda mi vida he sido una persona perseverante y perfeccionista, la cual siempre se ha dedicado al trabajo y a reforzar los lazos de unión que existen entre mis padres, mis hermanas y ahora mi esposa, con quien tengo un bebé de tres meses.

Soy el hijo de enmedio, el único varón, tengo dos hermanas Lariza que es la mayor, y Patricia la menor, con quienes me llevo excelente, aunque dicen que soy el consentido, eso no es así, a todos nos quieren de la misma forma, existe una unión familiar excelente.

¿Cómo es que ingresa al servicio público?
Por azares del destino, mi padre Eduardo Pacheco Durán fue compañero de colegio de don Rafael Castilla Peniche, sin embargo, ambos tomaron rumbos diferentes, mi padre trabajó en el Partido Revolucionario Institucional, mientras que mi maestro, como le digo, en el panismo local, luego de varios años se volvieron a encontrar y tuve la oportunidad de empezar a tratarlo y conocerlo un poco más.

Cuando es nombrado delegado de la Profeco, me ofrece trabajar con él, lo cual hice por un buen tiempo siendo su mano derecha, creo que mi buen desempeño le dio la confianza para nombrarme jefe del Departamento de Conciliación en donde estuve por algunos años, hasta que a nivel federal se me da la oportunidad de obtener una delegación en Quintana Roo.

¿Deja todo para irse al vecino Estado?
Era una oportunidad única y la prueba de que había hecho un excelente trabajo, por eso no lo pensé, dejé a mi familia y tomé el rumbo que marcó mi vida, al enfrentarme a ser el titular de una delegación, que en ese momento estaba de cabeza y la cual gracias al equipo el cual me apoyó en todo momento, pudimos sacar adelante el tema de la conciliación y el apoyo a los consumidores.

En ese lapso de trabajo en Cancún, me casé luego de ocho años de noviazgo, mi esposa Jannet, con quien llevo ya cuatro años, ha sido mi compañera de aventura, quien me ha dado todo el apoyo necesario para sacar adelante este trabajo, que es muy demandante pero satisfactorio, cuando vez que la gente sale con una respuesta favorable luego de un proceso.

¿Qué tiempo le dedica a la familia?
Estar al frente de la Profeco requiere de mucho tiempo, sin embargo, busco los momentos para estar con mi familia, hablo de mis padres, hermanas así como mi familia política, además de mi esposa y ahora mi bebé de tres meses, tengo que buscar todos los momentos para estar con ellos.

Sobre todo, luego de la experiencia más dura de mi vida, tener una segunda oportunidad de continuar adelante, hace un año tuve un accidente el cual aunque aparentemente no tenía nada, estuve muy grave, estuve en terapia intensiva luchando por mi vida, pero es algo que hoy puedo contar.

¿Cuál es su meta?
Reforzar cada día más el amor de mi familia, ver crecer a mi hijo y continuar adelante, como siempre lo he hecho trabajando intensamente, pero también dejar de ser un poco más perfeccionista, ya que al enfocarme a una sola cosa puedo dejar de hacer otras, trabajar en ese pequeño defecto que tengo, por lo demás, continuar siempre dando lo mejor de mí para que todos quienes me rodean sean felices.

¿Qué hay para usted después de la Profeco?
Pues deseo continuar trabajando pero en caso de que me pidan irme de aquí, tengo algunos proyectos especiales, ejerceré mi profesión y también hay otras acciones que estoy en espera de concretar.

¿Qué le dejaría la Profeco?
Una gran experiencia luego de 11 años en esta institución, además de grandes compañeros y amigos, puedo decir que he estado rodeado de personas excelentes que me han ayudado a tener un desempeño, considero bueno, además de una gran satisfacción que es el de conciliar en beneficio de los consumidores que no se sienten satisfechos por alguna cuestión comercial.

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