Sabor y calidad italiana sobre ruedas

Joven emprendedor ofrece en su food truck platillos italianos, resultado de recetas familiares, capitalizando sus raíces europeas.

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"Algo que le aprendí a mi padre es que las utilidades de los negocios se sacan con rastrillos, eso quiere decir que sólo que hay que tomar un poco y dejar la mayoría para la empresa para darle oportunidad de crecer”, dijo Ernesto González Piccolo.
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Cecilia Ricárdez/SIPSE
MÉRIDA, Yucatán.- “Lo que cuesta trabajo es lo que vale la pena”,  es la premisa que rige la vida del joven Ernesto González Piccolo,  quien desde los 13 años conoció el valor del trabajo gracias a la vena empresarial de su padre y en su corta vida ha explorado el terreno comercial con varios negocios.

Actualmente, dirige todos los procesos desde su restaurante Piccolo, que opera en un Food Truck, un vehículo adaptado para vender alimentos, desde el cual atiende cada semana y ofrece platillos italianos resultado de recetas familiares, capitalizando sus raíces europeas.

Como egresado de la carrera de mercadotecnia y negocios internacionales de la Facultad de Contaduría y Administración de la Universidad Autónoma de Yucatán, sus inicios como emprendedor fueron en su etapa de estudiante con un negocio de higiene de mascotas, que opera hasta ahora.

¿Por qué decidiste entrar al negocio de la comida?

Todo comenzó en la boda de mi hermano, cuando mi madre recibió elogios por la comida que preparó para la fiesta, en ese momento detecté un área de oportunidad. Siempre había querido tener un restaurante, vengo de familia restaurantera y desde hace dos años, con la idea en mente, comencé a madurar el proyecto y me decidí a aprovechar las recetas de la familia para vender platillos de calidad.

¿Por qué un Food truck?

Es práctico y económico, es una forma de venta de comida popular y mi padre se ofreció a traerme el vehículo de Estados Unido, pero descubrí que los fabricaban en México y en eso me gasté mis ahorros para comenzar  el negocio.

¿Qué tanto te involucras en el negocio?

En todo, desde la preparación de los alimentos, la compra de los insumos, la administración de los recursos; tengo personas que me ayudan, sin embargo personalmente estoy involucrado en todo el proceso. Tenemos  platillos como la pizza napolitana, en honor al lugar de nacimiento de mi abuelo, y yo preparo los elementos para respetar la receta. Hago las pastas, salsas, ensaladas y pizzas.

¿Cómo opera tu negocio?

Estamos establecidos en una plaza, la gente come aquí o también llega, ordena y se va con sus productos. Aunque el mercado ha influido en los siguientes cambios, porque debido a la demanda vamos a implementar próximamente el servicio a domicilio.

¿Cuál es su valor agregado?

Nunca bajamos, ni bajaremos la calidad de nuestros platillos, no por ahorrarnos unos pesos en los insumos sacrificaremos el sabor,  si la receta de la familia lo pide, así  se queda. La calidad está garantizada. No he cambiado proveedores por bajar costos. 

¿Qué viene para tu negocio?

Consolidar el negocio y el servicio a domicilio, porque la gente lo pide, luego vamos a poner otro Food truck en la ciudad; incluso me han pedido franquicia, pero ese paso aún no está en los planes, todo va poco a poco, pero a paso firme. 

¿Qué acciones has implementado para la promoción de tu negocio?

Buena atención a los clientes, es nuestra mejor publicidad: las recomendaciones, además manejamos redes sociales, porque con menor presupuesto se puede abarcar más gente. También ya registramos la marca y logotipos, para fortalecer la imagen corporativa.

¿Cómo te ayudó la formación académica en tu proceso de emprendimiento?

Estudié mercadotecnia y negocios internacionales, allí aprendí toda la parte administrativa y de mercadotecnia, pero no hay nada mejor que la escuela de mi papá, gracias a su ejemplo desde los 13 años he trabajado, mi padre me enseñó que nada en la vida es gratis y nos ha inculcado el valor del trabajo. 

Además en mi época de estudiante comencé un negocio, primero quería hacerla en equipo, pero nadie quería ensuciarse las manos porque era de baño de mascotas, continué solo y más que un trabajo escolar hoy es un negocio desde hace siete años. También en negocios familiares y mi empresa Piccolo, es la más reciente.

¿En estos años de ser cabeza de tus negocios cuáles consideras las lecciones más valiosas?

Lo que cuesta trabajo es lo que vale la pena, es la máxima que rige mi vida desde hace mucho tiempo, hasta la tengo en una placa que me regaló un primo cuando tuve un periodo de rebelde que no quería estudiar. Si todo fuera fácil cualquiera lo haría, el que no arriesga no gana, no todos los negocios son exitosos a la primera, he abierto negocios en los que apenas recupero la inversión, pero que hay que seguir.

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