Agencias
MÉRIDA, Yuc.- El espeleólogo y antropólogo, Carlos Evia Cervantes, llamó a considerar al acuífero local, tanto en lo particular como en lo institucional, el principal patrimonio de los meridanos y por tanto realizar esfuerzos para evitar su contaminación.

Al participar en el III Simposio sobre patrimonio cultural en esta ciudad capital “Historias, costumbres y protagonistas de la Mérida de Yucatán”, consideró que este esfuerzo debe iniciar con acciones concretas a nivel municipal, aún y cuando el tema del cuidado del agua es de índole federal.

Durante su ponencia denominada “El patrimonio subterráneo de Mérida”, el también investigador de la Universidad Autónoma de Yucatán (UADY) insistió en que en Mérida “hay un manto acuífero que es el principal patrimonio de los yucatecos en general, debido a que el agua es indispensable para la vida…”.

“Ciertamente en este manto no se ve, está depositado bajo nuestros pies, pero está depositado en cuevas y cenotes y estos a su vez han sido manejados, utilizados por distintos grupos humanos a lo largo de la historia, desde la época prehispánica hasta la actualidad”, manifestó.

Este uso, dijo, ha cambiado conforme el tiempo y ha variado las formas económicas de aprovechamiento del medio ambiente, así como que antes lo teníamos solo para uso ritual y aprovechamiento directo, y hoy está sirviendo para cuestiones turísticas; como recurso turístico.

En el evento realizado como parte del Mérida FestSin, afirmó que “este devenir en la historia ha puesto en riesgo en algunas ocasiones la calidad del agua, en el sentido de que alguna empresa, en algunas circunstancias específicas producía la contaminación del manto acuífero”.

Lo que pretendemos, abundó Evia Cervantes, es llamar la atención para que desde hoy y para siempre estemos atentos al recurso, a esta forma de patrimonio que a todos interesa conservar.

Llamar la atención a toda acción, sin pensar que es necesario que tenga que ver con el aprovechamiento económico, ya sea como turismo, como proveedora de agua, que se haga con todo cuidado, con estrategia, para evitar contaminar el acuífero, apuntó.

“Estamos de acuerdo que las formas económicas están cambiando, que la relación entre la sociedad yucateca y el acuífero está cambiando, pero creo que es posible actuar con mucho cuidado, con mucha inteligencia y conservar esto que es el patrimonio de todos los yucatecos”, subrayó.

Por ejemplo, explicó, hemos descubierto en Dzitia (comisaría meridana) un cenote donde se vertían aguas negras de una granja porcícola. También se sabe que hay otras empresas que vierten sus aguas negras para rebajar sus costos.

Recordó que a nivel municipal se han contabilizado 85 grutas y cenotes, aunque su número podría ser mayor y utilizarse como fosas sépticas, en tanto, en todo el estado la cifra de cenotes asciende a dos mil 260.