Espíritu de un 'coreano' en hacienda de Yucatán

Dos de sus compañeros yucatecos que no sabían que había muerto aseguran haberlo saludado y que éste les respondió.

|
Varios peones afirmaban haber 'saludado' al coreano después de su muerte. (Jorge Moreno/SIPSE)
Compartir noticia en twitter
Compartir noticia en facebook
Compartir noticia por whatsapp
Compartir noticia por Telegram
Compartir noticia en twitter
Compartir noticia en facebook
Compartir noticia por whatsapp
Compartir noticia por Telegram

Jorge Moreno/Milenio Novedades
MÉRIDA, Yuc.- Mucho se ha hablado de la famosa exhacienda henequenera Cancabchén Casares, mejor conocida como “hacienda embrujada de Cholul”, la cual se ubica en la comisaría meridana de Sitpach (justo frente a Cholul, de ahí su apodo). Pero hoy les presentamos un relato inédito que, hasta donde sabemos, nunca se ha publicado.

Se trata de un espíritu o alma en pena que estuvo rondando en esa hacienda en su época de auge (en los años cincuenta del siglo pasado), pero no es un “fantasma yucateco”, ya que se afirma que es el ánima de un peón de origen coreano, quien llegó desde el Lejano Oriente junto con su familia (y otro millar de paisanos) provenientes del puerto de Progreso, a donde habían desembarcado con la promesa de trabajo y un futuro económico en las haciendas henequeneras.

A este coreano le tocó laborar por al menos dos años en la mencionada hacienda. Sin embargo una extraña enfermedad hizo que falleciera (dicen que no se adaptó al clima y a las pesadas jornadas laborales) en tanto sus hermanos se quedaron trabajando en ese sitio al menos dos años más.

Varios de sus compañeros afirmaban verlo caminando entre las pencas, con su ropa característica y un sombrero que solo él tenía (con una cinta morada amarrada). De hecho dos de sus compañeros yucatecos que no sabían que había muerto aseguran haberlo saludado y éste les respondió, lo cual era imposible, pues ya habían transcurrido dos días del deceso.

Incluso sus familiares aseguraban verlo y creían que a lo mejor no estaba descansando en paz y tenía algún pendiente en vida, ya que se había enamorado de una de sus paisanas y ya estaban hablando de una posible boda cuando él enfermó y murió.

Con el paso de los años los empleados seguían afirmando que veían al fantasma del “chinito” también en la casa de máquinas e incluso en la casona principal, y se cuenta que así espantaban a los hijos pequeños de los empleados para que se duerman o se porten bien: “si no te aquietas viene el chino a jalarte los pies”, decían.

Esta historia prácticamente quedó en el olvido con el paso de las décadas, y más cuando el sitio fue abandonado, pues la gente empezó a hablar de las sectas satánicas y otros casos paranormales que hicieron famosa a esta exhacienda. 

Este caso me lo platicó don Guillermo Bolaños Lara, cuyo tío fue descendiente de la comunidad coreana y tenía a parientes trabajando en ese lugar, quienes vivieron de cerca las apariciones del “fantasma coreano”.

Lo más leído

skeleton





skeleton