¿Estás divorciado emocionalmente?

Nunca debemos de olvidar que en una relación, cuanto más te des, más recibirás.

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“Cualquiera que sea la pregunta. Amor es la respuesta”. Es una frase muy cierta y adecuada para resolver problemas en el matrimonio.

En este año tenemos que asumir el compromiso personal de hacer lo que queremos y de querer lo que hacemos, pero ¡Hoy mismo! Eso es, empezar a ser feliz con tu pareja y no estar en espera de que la vida los jubile para empezar a disfrutarla.

“En el oriente contemplan el bosque, en occidente cuentan los árboles”. El día de hoy ¿Contemplas los ojos de tu pareja o cuentas las arrugas que tiene en su cara?

Nunca debemos de olvidar que en una relación, cuanto más te des, más recibirás. Esta es una de las leyes de la vida. Tenemos que ver las cosas con sensación de gozo y bienestar, y los problemas como oportunidades, para aprender y crecer en una buena relación matrimonial.

Hay una infidelidad terrible, más terrible que la infidelidad carnal: vivir con tu pareja compartiendo la soledad, vivir con silencios elocuentes, eso es vivir divorciados emocionalmente. Se nos olvida que “La relación sexual no es fundamental para el amor. Pero el amor sí es fundamental para la relación sexual”.

Tal vez eres infiel y no te has dado cuenta. Eres infiel con tu trabajo, con tus ausencias, con tu activismo, con tu club y con ese falso apostolado, con el que llenas tus carencias emocionales. Hoy te pregunto ¿vives para ti o convives con tu familia?

El amor en el matrimonio es como el buen vino: Hay que cuidarlo para que madure. Vigilarlo cada día para que sea más sabroso y tenga cuerpo y sea apetecible, para... ¡que no se vuelva vinagre!

En nuestro matrimonio, el amor todos los días hay que actualizarlo, acrecentarlo y fortificarlo. Tenemos que ver a nuestra pareja como un maestro, que nos enseña a aprender. Vivir una relación de pareja viendo la vida diaria con sensación de gozo y bienestar,  y los problemas como oportunidades para crecer. No olvidemos la frase: “Enseñas mejor aquello que más necesitas aprender”.

Hay dos emociones: el miedo y el amor. El amor es la herencia natural y el miedo es fabricado por nuestra mente. Hay que liberarnos del miedo por medio del perdón.

Para que funcione nuestra relación matrimonial hay que acabar con la envidia, con el egoísmo y con la mentira, para llegar a descubrir la belleza que se encierra en la persona de nuestra pareja.

Empieza hoy mismo con tu persona para sanar mental y espiritualmente. Domina tus palabras, domina tus pensamientos, no dejes que tu cuerpo haga daño. Sigue estas tres indicaciones y fielmente avanzarás en el camino de la autorrealización. Este instante es el único que existe. Los niños viven el presente, el aquí y el ahora. Los obstáculos son el miedo, el dolor y la culpa.

Tal vez vivas en una lucha, como ser humano, entre la felicidad y la infelicidad. Procura determinar lo que ocurre en tu entorno y las reacciones de tu pareja, y encontrarás una felicidad que tenías olvidada.

Al final de nuestra vida comprenderemos que es mejor seguir “juntos mientras seamos felices”, que “juntos hasta que la muerte nos separe”.

Dr. Roberto Díaz y Díaz.

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