José Salazar/Milenio Novedades
MÉRIDA, YUC.- En estos días que se consume el mucbilpollo y otros platillos tradicionales, se suele abusar de grasas de origen animal, los azúcares e hidratos de carbono, lo que puede ocasionar trastornos digestivos que la población considera como “normales” pero que pueden derivar en serias complicaciones.

“Los trastornos más comunes que la población considera normales y que indican un desequilibrio digestivo son la acidez, el estreñimiento, episodios de diarrea, inflamación y gases. Incluso, hay personas que tiene un trastorno digestivo mayor que presentan dolor después de comer en exceso durante los días dedicados a honrar a los difuntos”, explicó Guadalupe Esquivel Flores, consultora en el área de alimentos funcionales y probióticos para la industria alimentaria y farmacéutica.

Los alimentos del Día de Muertos suelen ser excesivos en grasas de origen animal. Un ejemplo es el pib.

La nutrióloga y maestra en Ciencias de los Alimentos indicó que estos trastornos se dan con mayor frecuencia en los adultos a partir de los 20 años y se relacionan también con descuidos como saltarse comidas, comer a deshoras, lo que hace que ingieran más comida de la acostumbrada, y el estrés.

La académica advirtió que cuando existe desequilibrio intestinal se presenta dolor e inflamación y se afecta la buena absorción de nutrientes.

“En la dieta de los yucatecos se suele abusar de las grasas de origen animal. En los días del llamado Hanal Pixán se consumen a diario carnes grasosas, mantecas y azúcares simples. Esto no solo afecta el peso sino que rompe el equilibrio de la microbiota y comienzan a crecer en el intestino una gran cantidad de bacterias malas, que es cuando se presenta la inflamación”, aseveró.

Todo con medida

Recomendó moderar el consumo de alimentos en la celebración del Día de Muertos, sobretodo de carnes, utilizar aceite vegetal en lugar de manteca, consumir más frutas y verduras así como productos que han sido diseñados para la salud intestinal que se conocen como probióticos, que son bacterias “buenas” que ayudan a fortalecer la microbiota intestinal.