Mayoría de altruistas en Yucatán no rinde cuentas

De 2008 a 2013 varias asociaciones altruistas recibieron un donativo en total por mil 65 millones 459 mil 454 pesos, según datos de la Japey

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Expertos indican que en Yucatán el trabajo altruista va dirigido a cuatro grupos principalmente: niños, ancianos, discapacitados y animales. Imagen de contexto de un asilo de ancianos en Mérida. (Archivo/SIPSE)
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Cecilia Ricárdez/SIPSE
MÉRIDA, Yuc.- En Yucatán operan 850 grupos organizados para apoyar sectores vulnerables, de los cuales 240 son donatarios autorizados y 85 tienen el rango de Instituciones de Asistencia Privada (IAP); no obstante, las cifras arrojan que tres cuartas partes de las organizaciones operan en pro de causas nobles, pero sin rendir cuentas.

Lo anterior fue informado por la Subsecretaría de Desarrollo Social y Asuntos Religiosos, que depende de la Secretaría General de Gobierno; este organismo es el vínculo gubernamental con las organizaciones de la sociedad civil.

El llamado tercer sector integrado ha adquirido relevancia por su impacto social al complementar el trabajo de las autoridades con acciones auspiciadas por particulares y la iniciativa privada; tan sólo en seis años, en el Estado estas instituciones recibieron donativos (monetarios y en especie) por mil 65 millones 459 mil 454 pesos, según datos de la Junta de Asistencia Privada del Estado de Yucatán (Japey), que abarca de 2008 a 2013; los indicadores de 2014 y 2015 están en proceso.

Los apoyos se dividen en los rubros de asistencial, educativas, apoyo económico de otras donatarias autorizadas, investigación científica, culturales, para becas y ecológicas. 

Las cifras las presentaron con base en los datos del reporte de donatarias autorizadas por la Secretaría de Hacienda y Crédito Público. 

Más de 20 asociaciones civiles están en camino para ser Instituciones de Asistencia Privada

Cabe indicar que el pasado 11 de enero la Japey cumplió cuatro años de promover el acompañamiento jurídico y transparencia de las asociaciones.

Lo anterior forma parte del proyecto Japey “Inicios, logros y trascendencia”, presentado al gobernador Rolando Zapata Bello, por Berta Alicia Rosado Rodríguez, directora de este organismo, quien destacó que su trabajo en la entidad empezó de cero, sin recursos y con resultados han logrado distinciones de las mejores prácticas al nivel nacional y convertirse en la fundadora de juntas en el país; actualmente operan 16 de estos grupos.

En entrevista, dijo que tienen focalizadas a 20 asociaciones civiles para que se conviertan en IAP, el objetivo es sumar 130 hasta 2018, y que éstas, en su labor, atiendan 97 mil 42 personas. En la actualidad operan 85 y tienen un impacto social en 51 mil 811 personas.

La Japey tiene conocimiento de la existencia de 850 grupos organizados de ayuda en diferentes sectores, pero sólo 240 son donatarias autorizadas y se dividen AC e IAPs.

“Queremos fomentar que las organizaciones de la sociedad civil caminen hacia la institucionalidad, que ya es una exigencia, porque un gran número trabaja sin figura jurídica; se busca que el trabajo social sea transparente. Vemos gente que pide donativos para ayudar, pero ¿quién regula esos apoyos?, y por las malas prácticas de unos pagan muchos”, abundó.

Exhortó a que este llamado grupo base que aún no es donataria autorizada, que no rinde cuentas, ni puede crecer de forma ordenada o procurar fondos internacionales, inicie el proceso regulatorio para contribuir en la confianza al tercer sector. 

Los beneficiarios...

Datos obtenidos durante la Semana del Voluntariado 2015 indican que en la entidad el trabajo altruista va dirigido a cuatro grupos principalmente: niños,  ancianos, discapacitados y animales.

De igual manera, y con datos proporcionados por la Red Unidos para Ayudar, la cual tiene cobertura a nivel nacional con más de dos mil asociaciones que trabajan en pro de los sectores más vulnerables de la población, en Yucatán hay 23 asociaciones civiles afiliadas a esta agrupación.

Estas asociaciones ayudan a niños con desnutrición, abuelitos enfermos y abandonados, con capacidades diferentes, personas de comunidades de pobreza extrema y con VIH/sida, mujeres embarazadas, jóvenes que padecen abusos y maltrato doméstico, personas con adicciones y brindan alimentos de calidad en comedores comunitarios, entre otras labores.

El común denominador de todas estas asociaciones es brindar amor y mejorar la calidad de vida de las personas que atienden, con el objetivo de brindar servicios asistenciales de calidad y calidez.

El enfoque
  • La Junta de Asistencia Privada trabaja solamente con organizaciones de enfoque asistencial, según su ley, sus ejes de acción van en el orden del desarrollo, educación, mujeres y la salud.

Lideran agrupaciones  de Yucatán en transparencia

Las organizaciones de la sociedad civil con la certificación de transparencia e institucionalidad del Centro Mexicano de Filantropía (Cemefi) tienen más ventajas para recibir fondos internacionales, señaló Ana Gabriela Aguilar Ruiz, subsecretaria de Desarrollo Social y Asuntos Religiosos, quien destacó que Yucatán cuenta con 17 agrupaciones con este distintivo, la cifra más alta al nivel nacional.

Señaló que el organismo que preside es el vínculo gubernamental con las organizaciones civiles con el objetivo de ser enlace, recibir, atender, gestionar y canalizar las solicitudes para contribuir con la labor altruista que desarrollan en el Estado.

Por ejemplo, se orientan hacia programas de la Secretaría de Desarrollo Social estatal encaminados a apoyos al tercer sector, a la Junta de Asistencia Privada, la Fundación del Empresariado Yucateco A. C. (Feyac) y al Centro de Fortalecimiento Yucatán.

De acuerdo con Ana Gabriela Aguilar, estar en el marco de la ley amplía las posibilidades de organizaciones para generar un mayor impacto en el sector que benefician, porque pueden acceder a recursos estatales, federales e internacionales que exigen transparencia, y de no cumplir con los estándares, limita su capacidad para procurar fondos y fortalecer su imagen ante la sociedad como una institución seria que ayuda y rinde cuentas a las autoridades.

Señaló que aunque en su oficina se brinda la orientación necesaria, no es un paso obligado, ya que varias asociaciones comienzan su proceso de manera particular y acudiendo de manera directas con las instancias. No obstante, destacó que en la certificación en transparencia ante la Cemefi, la Subsecretaría otorga asesoramiento y apoyo del pago del trámite a las instituciones interesadas.

Aquellos que logran este distintivo reflejan el nivel de desarrollo institucional de la organización, permiten el establecimiento de estándares normalizados para valorarlas, muestran el compromiso con las personas a las que sirven y a sus donantes, ya que incrementan la confianza y el reconocimiento de la sociedad hacia ellas como entidades de interés público.

También este reconocimiento provee a las organizaciones de una plataforma de inicio para el desarrollo de procesos de mejora, que permitan incrementar la eficiencia en su gestión y cumplir con éxito su misión. 

Para apoyar

Niveles de indicadores que deben cumplir los integrantes del tercer sector, es decir, las institiuciones de asistencia.

Nivel básico

Incluye los primeros cinco indicadores. En este nivel se resalta la constitución legal y fiscal, la claridad en la misión de la institución, así como una administración transparente. Sin estos indicadores es difícil garantizar transparencia.

Nivel medio

Corresponde a las instituciones que alcanzan entre seis y ocho indicadores. Refleja una gestión interna congruente y ética en la organización, es decir, que cuentan con un buen gobierno (órganos directivos), así como con personal operativo profesional y voluntariado, trabajan en programas concretos y definidos, y tienen indicadores para alcanzar éxito en la gestión de la OSC.

Nivel óptimo

Aquellas instituciones que alcanzan nueve o diez indicadores; este nivel es el resultante de contar con una institución con un buen desarrollo institucional. Con base en un ejercicio de autoevaluación, cada institución determina su propio nivel de institucionalidad.

Reflejan instituciones avances en operación 

Organizaciones que operan bajo la categoría de Institución de Asistencia Privada (IAPs) coinciden que funcionar bajo esta figura jurídica brinda garantías a las sociedad para que sigan apoyando y tengan la seguridad de que lo que aporten se usa para beneficiar sectores vulnerables. 

En este contexto, un botón de muestra son el Patronato Vida Humana Integral IAP, presidida por Silvia Pino de Cortázar; Vida y Familia IAP, encabezada por Annel Macías de Berny, y la Fundación Country Club IAP, dirigida por Rossanette Mantecón Ponce de Díaz, que trabajan para personas con VIH/Sida, mujeres embarazadas y comunidades marginadas, respectivamente.
Las tres organizaciones con diferentes años de fundación y operación tienen el mismo objetivo: ayudar de manera ordenada y respetando las obligaciones fiscales, ya que de eso depende el fortalecimiento de su prestigio, así como de la captación de recursos y la ayuda a sus causas. 

El Patronato Vida Humana Integral se fundó en 1993, primero lograron su registro y acta constitutiva, posteriormente se hicieron donatarias y en 2012 (el año de fundación de la Junta de Asistencia Privada) se convirtieron en IAP.

Esta agrupación fundó el 1995 el Albergue “La Misericordia de Dios Padre”, que brinda atención a personas con VIH/Sida mediante la labor de las Misioneras del Corazón de Cristo Resucitado, una congregación de mujeres de la vida religiosa especializadas en el servicio a quienes tienen este padecimiento.

El patronato y sus damas voluntarias se han enfocado a la recaudación de donativos, alimentos y medicinas con la convicción de que la sociedad se sume a ayudar con su asistencia a eventos organizados, tanto culturales como sociales.

La Fundación Yucatán Country Club IAP cumplió en diciembre pasado cinco años de ayudar a familias para que desarrollen su potencial físico, emocional y espiritual, esto mediante los servicios de su  Centro Comunitario “In Huotoch” (mi casa en maya) localizado en Chablekal, el cual se construyó gracias a la generosidad de numerosas personas que han creído en la causa. 

El proyecto de Vifac se abrió hace 15 años por su presidenta fundadora Marilú Mariscal de Vilchis, comenzó en un predio pequeño y en el periodo de Lilia Sánchez Escobedo de Gáber; se consolidó la construcción de la Casa Vifac gracias al trabajo del patronato liderado por Jorge Robleda.

Actualmente trabajan 100 voluntarios que encabezan todas las operaciones y eventos de procuración de fondos. 

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