Cecilia Ricárdez/SIPSE
MÉRIDA, Yuc.- Empresas yucatecas productoras de cerveza artesanal se abren paso en el mercado al detectar una oportunidad en la apertura al consumo gourmet y premium en el Estado y en el país.

Así, reactivan esta tradición iniciada por la Cervecería Yucateca hace más de 100 años; se trata de marcas jóvenes que compiten contra los “gigantes” de la industria.

En la actualidad operan al menos cinco marcas, entre ellas las afiliadas a la Asociación Cervecera de la República Mexicana (Acermex), organización que confirma la tendencia del consumo de este tipo de producto, el cual, de acuerdo con sus registros, crece más de 50 por ciento de manera anual desde hace casi 10 años.

Como gremio, los asociados piden a las autoridades considerar una cuota fija por litro producido para que los impuestos disminuyan, ya que actualmente pagan casi el doble del que aportan las grandes marcas.

Otro reto de este tipo de negocios es la exclusividad que exigen algunas empresas, a pesar de que la Comisión Federal de Competencia de México informó desde julio de 2013, que “todas las cervezas artesanales gozarán de acceso abierto e irrestricto a todos los restaurantes, bares y cantinas del país”.

Esta bebida, cuya propuesta de valor es la fidelidad a las recetas originales de la tradición europea y el respeto al estilo que le imprime cada maestro cervecero, sólo es producida por micros, pequeñas y medianas empresas (Mipymes) en México. Y también la única cerveza fabricada por empresas 100 por ciento nacionales.

En Yucatán, luego del cierre de la Cervecería Yucateca, vendida en 2002 y tras haber construido toda una cultura de entretenimiento en el ámbito musical y deportivo, la producción estuvo en pausa en años recientes, pero aparecieron distintas cervezas artesanales.

Destacan Ceiba, Rústica y la elaborada por el grupo Malta Cerveteca y Gastropub: un concepto de restaurante, productor y distribuidor de cerveza artesanal, propia y de otros productores locales, nacionales y extranjeros.

Sin mucho “ruido” o anuncios espectaculares, sólo con estrategias de penetración a través de restaurantes y redes sociales virtuales, las compañías avanzan entre el público a través de recomendaciones tanto presenciales como por internet; mediante este último han detectado consumidores europeos, estadounidenses y asiáticos que han expresado su aceptación a las cervezas yucatecas.

Carlos Jaime Heredia con sus hijos Carlos y Mauricio Jaime Gómory, fundadores de La Ceiba, iniciaron operaciones en 2013 y debido a la aceptación del producto este año invirtieron 11 millones de pesos en equipo especializado para ampliar su área de acción, la cual ya abarca el Sureste y parte del centro del país. En septiembre alcanzarán cifras de producción de más de tres mil litros diarios.

“Me di cuenta (de) que ya no hay cervezas realmente yucatecas, entonces me formé, me capacité con cerveceras internacionales e impulsamos el negocio que queremos aportar al mercado.

Actualmente manejamos cuatro estilos y estamos por agregar una edición especial para diciembre, así como light (ligera), sin sacrificar el sabor, como pasa con otras propuestas. Queremos consolidarnos como el número uno en el sureste  y el número tres al nivel nacional”, apuntó Jaime Heredia.

La chef y empresaria Ariana Schönborn García, de ascendencia alemana, con experiencia en el ramo gastronómico y de bebidas en México, Estados Unidos y países de Europa, decidió abrir su propio concepto, en el que además de ofrecer platillos produce cerveza artesanal cuyos nombres están inspirados en leyendas mayas.

A través de su propuesta Malta Cerveteca y Bistropub aporta al mercado y abre su espacio a colegas yucatecos, nacionales e internacionales.

Por su parte, Álvaro Flores Cobos, y su hijo Álvaro Flores Ricalde, hacen lo propio con su propuesta La Rústica, la cual se suma a la dinámica con un estilo que también promueve en sitios especializados.