'Lo fácil es entrar, pero lo difícil es salir y mantenerse limpio'

A los nueve años se inició en el alcohol y tres años después probó la mariguana; su adicción lo llevó a dormir en la calle.

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Muchos empiezan con el alcohol y terminan atrapados por las drogas. (Milenio Novedades)
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Coral Díaz/SIPSE
MÉRIDA, Yuc.- “Es muy fácil entrar, pero muy difícil salir y mantenerse limpio o en una rehabilitación”, son las palabras de un yucateco de 16 años que desde hace cuatro meses se encuentra en tratamiento en el Centro de Integración Juvenil (CIJ) y el Establecimiento Arca de Noé, A. C.    

Comenzó a los nueve años, el alcohol se convirtió en su “amigo”, debido a que en su casa era común ver de los adultos tomar.

Sus padres se separan un año después y arrastró una profunda depresión, sin apoyo de nadie, por lo que se refugió, tres años después, en las drogas.

La marihuana ocupó un papel trascendental en su vida: estaba siendo su destrucción.

Lo sacaron tres veces de la secundaria y en la preparatoria fue expulsado por posesión de droga; al salir se dio cuenta que no podía más, que estaba decepcionando a la persona que más ama y que lo había apoyado: su madre.

“Conocí a muchos amigos, que luego me di cuenta que no lo eran, pero ahí estaba inmerso en las drogas; comenzaron los problemas legales porque incluso comencé a robar; en casa perdí la confianza de mis padres y mi dependencia a las drogas cada vez era mayor; la marihuana dejó de cumplir mis expectativas y empecé a buscar inhalables, pastillas, cocaína...”, narró.

Pero esa factura que le dejaron las drogas lo llevaron a analizar su vida y finalmente aceptó que tenía una enfermedad, y que si no le buscaba solución podía ser su perdición.

“Como muchos de mi edad llegué a decir que no iba a dormir en la calle, no pasaría hambres, porque me drogaba en casa de un amigo; pero los amigos desaparecieron, al grado que ahí estaba en la calle, durmiendo en parques, drogado y alcoholizado”, señaló.

Hoy está en un centro de rehabilitación para personas alcohólicas y drogadictas; no ha sido fácil mantenerse sobrio, pero tiene mayor tranquilidad y poco a poco recupera mucho de lo que perdió.

“Les digo a los jóvenes que no se encierren en su burbuja de problemas y recurran a las drogas, porque tal vez los lleve a olvidar por un momento, pero cuando llega el bajón, te das cuenta de que esos problemas siguen, que así no se resolverán, y lo importante es afrontarlo y salir adelante sin lastimarse a sí mismo y a los demás”, subrayó.

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